Deportes | 08 Jul Se veía venir. Sergio Batista se convenció que, después de dos decepcionantes empates en sus otros tantos partidos en el Grupo A de la Copa América, tiene que cambiar definitivamente el rumbo.
No solo los resultados dolieron demasiado a Argentina, sino que el inexistente funcionamiento del equipo terminó por enfurecer no solo a la tabla de posiciones, sino a los hinchas.
Silbada se retiró la selección local tras su última presentación, en medios de los ruegos de la tribuna para que Diego Maradona retornara a la dirección técnica, más allá de que el ex “10” está iniciando una nueva aventura como técnico en Dubai. Pero esta realidad de Argentina duele, al punto que Batista dio marcha atrás con aquello de darle confianza al equipo, pese a que no funciona. Por eso, está dispuesto a meter el bisturí a fondo y dejar de lado la postura mostrada antes del partido frente a Colombia, cuando solo marcó un insípido cambio en la última línea que, obviamente, no cambió el rendimiento del equipo.
Ahora, con la soga al cuello ya que tendrá la obligación de ganarle sí o sí a Costa Rica en la última fecha, Argentina presentará cambios. Batista comenzaría por la mitad de la cancha, y los dos que podrían quedar afuera son Banega y Cambiasso. Pero también arriba podría haber variantes. Y seguramente las habrá. Messi, por lógico, es inamovible. Por eso, todo apunta a que Lavezzi, de flojo desempeño, la verá desde afuera. Y Tevez, otro que se sumó a la locura generalizada de ver quién juega menos, está en la mira. Agüero, relegado al banco, se frota las manos.