Nacionales | 15 Jul Ultimátum emepepista
La paciencia del Movimiento de Participación Popular llegó a su fin. La última gota que derramó el vaso fue la negativa del Partido Comunista a votar el proyecto de participación público-privada. El MPP dio el ultimátum. “Si quieren seguir dentro del Frente Amplio tienen que acatar y si no lo hacen están afuera”, dijeron integrantes de la Dirección Nacional del MPP a El País. Señalaron que hay sectores “que se encuentran en contra de todo, cuestionan la política económica y no están conformes con lo que se hace, por lo que lo más lógico es que si no coinciden con lo que define la mayoría es que acaten o definan cuál es su camino”. Expresaron que “aquellos sectores que no obedecen las resoluciones que se toman en el Frente, se auto excluyen”.
El ministro Eduardo Bonomi presentó el pasado domingo un informe de coyuntura política en una jornada de análisis realizada por el MPP. En el marco de una discusión sobre los acuerdos fundacionales que dieron origen al Frente Amplio, Bonomi planteó la necesidad de que los sectores que integran la coalición se definan “si están adentro o afuera”. Bonomi se mostró preocupado por la crisis interna que azota al Frente Amplio y el desgaste de algunos principios fundamentales, como lo es la unidad de acción. Recordó que “cuando era oposición, el objetivo del Frente Amplio era llegar al gobierno, pero ahora que es gobierno debe definir cuál es la meta a alcanzar”.
El temor de los comunistas
Los comunistas, por su parte, reconocen que la pérdida del Ministerio de Desarrollo Social los separa de la coordinación de las políticas sociales. Mientras la dirección del Partido Comunista aguarda la reunión que le solicitó al presidente José Mujica para tratar los temas controversiales que se tradujeron en la remoción de la ministra Ana Vignoli, en la colectividad se admite que estar al frente del Ministerio de Salud Pública “no es lo mismo” que tener el timón del Mides.
Según informa La República, en el Partido Comunista se reconoce que el Mides es “un símbolo”, que “se creó de la nada” y que referentes de ese partido fueron claves para que la secretaría creada en el gobierno de Tabaré Vázquez cumpliera con sus objetivos. Fuentes comunistas indicaron que también están en juego lazos “afectivos” respecto a la cartera que deja hoy Vignoli. Subrayan que al igual que a otros sectores del Frente Amplio, al disponer quiénes integrarían el gabinete en 2009 y 2010, el presidente Mujica se comprometió a dejarle el Mides al Partido Comunista, de la misma forma que el Ministerio de Turismo quedó en manos de Alianza Progresista, como en la anterior administración. Consideran que la pérdida del ministerio forma parte de una “estrategia”, que algunos califican de “anticomunista” lanzada desde parte del oficialismo, para tratar de “aislar” al sector que más peso tiene dentro de la estructura militante frenteamplista. “Creíamos que estas diferencias históricas estaban superadas”, aseguraron.
Volverían a suspender
Y como la cosa va de mal en peor, el Frente Amplio volverá a suspender el Plenario Nacional, previsto para el sábado 23, por falta de acuerdo interno. La Mesa Política se reunirá hoy para buscar acercamientos, pero fuentes de varios sectores indicaron que “será imposible”. Explicaron a Últimas Noticias que el Plenario será “consecuencia de la discusión” de hoy y que el 23 de julio era solo una fecha “tentativa”. Algunos reconocieron que es “imposible” que hoy se llegue a un acuerdo cuando “ni siquiera” los principales dirigentes pudieron laudar la discusión en la reu nión de los cabezas de lista mantenida la semana pasada.
Peor que Batlle
El politólogo Luis Eduardo González considera que, tras 16 meses de gestión, el gobierno de presidente José Mujica se caracteriza por una pronunciada caída en su imagen y una política de “zigzag”. González dijo en la presentación de su estudio que “Mujica empezó tan alto como (Tabaré) Vázquez” en materia de aprobación a su gestión, pero luego tuvo una caída “mucho más abrupta”, informó El País. Incluso “la pendiente” muestra una caída “más pronunciada” que la del ex presidente Jorge Batlle en su peor momento, agregó. Según González, Mujica descendió del 66% al 39% en 16 meses, mientras que en el mismo período, Vázquez cayó del 67% al 54%. En tanto que Batlle inició su mandato con el 47% de aprobación y a los 16/18 meses contaba con el 27%.
Afirmó que la caída de la popularidad de Mujica “está vinculada, en parte, a una gestión muy mal vista de los gobiernos de ahora y de hace cinco años, en materia de seguridad”, porque “la gente está muy disconforme con eso”. Agregó que “en segundo lugar ha habido una caída muy importante de la gestión del gobierno en Educación” y que la única luz positiva es el juicio sobre la Economía. En ese rubro “es positivo 45% (aprobación) a 31% (desaprobación), una diferencia significativa”, indicó el politólogo.