Locales | 13 Jul Ante problemas de competitividad en el sector, los empresarios que llevan adelante proyectos de generación eléctrica a partir de biomasa reclaman mejores precios por megavatio, de forma de dar viabilidad a sus emprendimientos, desde que de mantenerse el actual panorama la meta de instalar 200 megavatios de biomasa en el quinquenio difícilmente se logre por el gobierno.
En los acuerdos multipartidarios alcanzados durante los primeros meses de gestión del gobierno de José Mujica se estableció como objetivo el instalar unos 200 megavatios de energía obtenida a partir de desechos forestales, y en este contexto a principios de este año el gobierno aprobó un decreto por un año para incentivar la instalación de esta tecnología ofreciendo un precio fijo para contratos a veinte años para proyectos de hasta 20 megavatios, lo que constituía una innovación respecto al tope anterior. Empero, a seis meses de culminar el plazo previsto no se ha presentado todavía ningún interesado con un proyecto, lo que es atribuido por los empresarios del sector a los precios insuficientes que se ofrecen por megavatio entregado a la red. Directivos de la Asociación Uruguaya de Generadores de Energía consideraron que de no revertirse la decisión del tope del precio por megavatio no se podría cumplir con la meta de 200 megavatios en el período, debido a la estructura de costos que deben afrontar las empresas en la inversión en estos proyectos. Entienden que no se reconoce que la generación de biomasa tiene ciertas complejidades que no están correctamente evaluadas por el gobierno, como los costos de transporte y la caída del tipo de cambio, lo que se traduce en un tope de 107 dólares por megavatio, en tanto en Europa se pagan precios mínimos de 140 dólares el megavatio. De no lograrse cambios en estos precios, la generación por biomasa solo podría ser abordada por los establecimientos que generan sus propios desechos forestales, como las plantas de celulosa, estimaron los empresarios.
Mientras tanto, en esferas oficiales se indicó que actualmente resultan más atractivos los precios que ofrecen los privados en las licitaciones por energía eólica, que rondan los 90 dólares por megavatio hora, en tanto los de biomasa están planteando un piso de 110 dólares para que sean viables los proyectos.