Nacionales | 20 Jul La inflación es el principal desafío macroeconómico que deberá enfrentar nuestro país en los próximos tiempos, dijo el ministro de Economía, Fernando Lorenzo, quien confió en que el aumento de los precios “comience a revertirse” en los siguientes meses. El gobierno también apelará a la “prudencia en el manejo del gasto público”.
El Índice de Precios del Consumo (IPC) alcanzó el 4,71% en los primeros seis meses del año, por encima de la meta de las autoridades, que aspiran a una inflación de entre 4% y 6%. “La inflación constituye el principal desafío, el problema macroeconómico probablemente más importante que tenemos para enfrentar en los próximos tiempos. Está situada arriba del rango objetivo”, admitió Lorenzo en una presentación sobre las perspectivas económicas del país y el presupuesto para este año.
“Confiamos que en los próximos meses esta trayectoria comience a revertirse”, sostuvo Lorenzo, considerando que la inflación está alta “por múltiples razones”. En ese sentido, citó un “proceso generalizado de incremento de los precios, que tiene dos fundamentos: un aumento significativo y una recuperación a los niveles pre crisis de 2008 de los precios de los commodities”, y un fuerte aumento de la demanda interna.
El jerarca ratificó que el control del alza de precios es una prioridad del gobierno porque ésta perjudica especialmente a los sectores más vulnerables de la población. El Banco Central elevó en dos oportunidades en los últimos meses --en 100 puntos básicos y luego en 50 puntos-- la Tasa de Política Monetaria, llevándola a 8%. En junio aumentó además tres puntos porcentuales la tasa de encaje mínimo obligatorio de los bancos y decidió crear encajes marginales, también con la meta de frenar la presión inflacionaria.
Lorenzo destacó que el gobierno apelará a la “prudencia en el manejo del gasto público” y a un “manejo muy cuidadoso y equilibrado de los precios administrados”. Defendió el desempeño fiscal del país y anunció que para este año el gobierno aumentará el déficit fiscal a 1,6% del PBI, contra 1,1% pronosticado previamente. “Estamos aceptando que se deteriore el resultado de empresas públicas en un punto porcentual del producto para no trasladarle a usuarios y consumidores los incrementos de precios ocurridos en mercados energéticos”, explicó el ministro, enfatizando que el país tiene una posición fiscal “sólida”.
Consultado sobre cómo puede afectar al país un recrudecimiento de la crisis financiera internacional, consideró: “no existe ningún ámbito (...) donde nos podamos cubrir y comprar un seguro a todo riesgo. Lo que podemos hacer es prepararnos de la forma más responsable posible”. Además, “tenemos que abocarnos a mantener elevados niveles de liquidez en el sector público, dotarnos de recursos que nos hagan que nuestras políticas se puedan sostener financieramente y tener un conjunto de líneas de crédito contingentes que nos permitan enfrentar el vendaval de la dificultad de acceso a los recursos que pudiera ocurrir en caso de deterioro a nivel internacional”.
Lorenzo admitió que existen “riesgos de recalentamiento” que pueden dañar el proceso de expansión de la economía. “Por eso tenemos que ser muy cuidadosos, interpretar las señales de la realidad para enfrentar esos problemas y anticiparnos. El indicador que tenemos más claro de un fenómeno nuevo es que empezamos a tener por primera vez una demanda interna que crece por encima del PBI”, sostuvo.