Policiales | 23 Jul Un promedio de dos motos por día son hurtadas en la planta urbana sanducera, en momentos en que se ha incrementado este tipo de robos.
De acuerdo a un relevamiento realizado por EL TELEGRAFO, basado en datos extraoficiales, en el período del 19 de junio al 19 de julio fueron denunciadas como hurtadas 59 motocicletas de distintas marcas y cilindradas, principalmente en el área donde ejercen su jurisdicción las seccionales Primera y Segunda.
Durante ese lapso fueron denunciados 31 hurtos de motos en la Seccional Primera, 25 en la Segunda, uno en la Seccional Tercera, uno en la Dirección de Investigaciones y otro en la Seccional Quinta. Los robos suelen registrarse en estacionamientos céntricos y otros lugares muy transitados, por ejemplo las inmediaciones del Hospital Escuela del Litoral, las calles 19 de Abril y Dr. Luis Alberto de Herrera desde avenida Salto a avenida Soriano, entre otras.
En cuanto a las marcas, 20 son Baccio, 13 Yumbo, 5 Zanella, 5 Yasuki, 4 Mondial, 4 Winner, 2 Rocket, 2 Vital, 1 Asaki, 1 Honda, 1 Atala y 1 Hero Puch. Respecto a las cilindradas, 47 son de 110 centímetros cúbicos, 6 son de 125 cc., y el resto de 65 y 50 cc.
En ocasiones, las motos aparecen enteras o se recuperan las carcasas en terrenos baldíos de la periferia. Suelen faltarles los repuestos, tales como batería, plásticos, asiento y focos, los cuales son vendidos o cambiados para armar otros birrodados.
Para robar suelen ponerse de acuerdo dos o más personas, las que arriban a los lugares seleccionados y tras romper la tranca de seguridad, se llevan las motos de tiro hacia alguna zona con poca iluminación o menor tráfico y --en cuestión de minutos-- rompen el plástico frontal, extraen los cables y logran encenderlas. Se trasladan a terrenos baldíos o a domicilios particulares donde, utilizando una amoladora sacan los tornillos del chasis y retiran los accesorios de plásticos, asientos, vainas, entre otros. Habitualmente dejan abandonados los chasis, que después son recogidos por la Policía. En tanto, los repuestos, que no cuentan con numeración ni marca, van a parar a talleres clandestinos y son --en casos puntuales-- utilizados en motos preparadas para correr “picadas”. Asimismo, liman los números del motor y mediante cierto sistema estampan las letras y datos del motor original.
En la mayoría de los casos, las motocicletas son recuperadas por la Policía en un lapso menor a 24 horas.