Nacionales | 26 Jul Es necesaria una nueva política de drogas porque es un fenómeno en constante crecimiento y modificación, dijo el secretario de la Junta Nacional de Drogas, Julio Calzada, en el Ministerio de Relaciones Exteriores, tras señalar que en 1998 la producción mundial de opio fue de 4.220 toneladas, mientras que en 2008 se situó en 8.900 toneladas, cifra que significó un aumento del 110%. La cocaína pasó de 800 toneladas a 1.000 en igual período y el cannabis de 25.000 a 40.000.
En función de esta realidad es necesario cambiar la mirada con la que se aborda este tema, dijo el jerarca. Este nuevo enfoque debe incluir una perspectiva de derechos y situar con claridad al bien público como una utopía realizable, focalizando su eje en las personas y no en las sustancias. “La política deberá ser la herramienta que haga posible la construcción de ese bien público”, enfatizó Calzada.
Las palabras del secretario general de la Junta Nacional de Drogas fueron pronunciadas en la jornada “Uruguay en el mundo – ejes geopolíticos del siglo XXI: políticas de drogas en la región y en el mundo”. En la apertura, el ministro Luis Almagro señaló que las políticas sociales colaboran con el bien público cuando son efectivas y frenan el consumo problemático de drogas, así como el tráfico ilegal de dinero. Dijo que Uruguay tiene una participación activa en los organismos internacionales, situación que es consecuencia del compromiso del país frente a convenciones y tratados que incluyen el tema drogas.
Mientras que el embajador itinerante Milton Romani dijo que el consumo de drogas y el crimen organizado adquieren gran relevancia en la sociedad actual, así como el debate de cómo enfrentar estos temas a partir de las reiteradas violaciones de los derechos humanos. El enfoque que prevalece actualmente en la región es de “guerra a las drogas”, instancia que requiere un debate democrático junto al despliegue de políticas equilibradas e integradas, añadió.
El secretario general de la Secretaría Nacional Antilavado de Activos, Carlos Díaz, dijo que es necesario visualizar con claridad el verdadero peligro del lavado de activos y su relación con la distribución y el consumo de droga. El director de Proyectos de Gafisud y ex secretario general de la Secretaría Nacional Antilavado de Activos, Ricardo Gil, destacó que los estados deben controlar los comercios ilícitos del crimen organizado porque muchas veces son cómplices de estas maniobras. Además, las sociedades deberían comprometerse y exigir este control, acotó.