Deportes | 25 Jul Apenas finalizado el partido, y cuando estalló el Monumental repleto de uruguayos, los jugadores celestes ofrendaron por primera vez el campeonato a los hinchas, festejando al lado de la tribuna, para retornar al centro de la cancha, al palco donde se llevaría a cabo la ceremonia de presentación, todos enfundados con una camiseta celeste que en el pecho rezaba la leyenda “15 Copas, orgullo celeste”.
Luego, con la presencia del presidente de la FIFA, Joseph Blatter, y de las autoridades de la Confederación Sudamericana, liderados por el presidente Nicolás Leoz, los futbolistas paraguayos fueron recibiendo uno a uno las medallas correspondientes por el segundo puesto, y posteriormente el capitán guaraní, el arquero Justo Villar, recibió la Copa Bolivia, destinada al vicecampeón.
Más premios
Villar también se quedó con el trofeo al mejor golero del torneo, y lo recibió mientras los hinchas coreaban el nombre de Muslera, el arquero uruguayo.
Paolo Guerrero, delantero peruano, fue premiado como goleador de la Copa América, con 5 goles, recibiendo la distinción el presidente de la Federación peruana.
Suárez, el mejor
Y luego fue todo celeste. Sebastián Coates fue considerado como el mejor jugador juvenil (menor de 21 años) de la Copa América, y Luis Suárez recibió la distinción al mejor jugador del campeonato. Pero además, Uruguay logró quedarse con el Trofeo Fair Play.
Luego fue la locura: uno a uno los celestes fueron recibiendo su medalla de campeón, y Diego Lugano, el capitán, llevó al cielo la Copa América, en medio de una lluvia de papel picado y de humo. De color celeste, obvio.