Opinion | 24 Jul Hoy todos hablamos de fútbol. Llega la definición de la Copa América y ya muchos uruguayos lo tienen decidido: sea cual sea el resultado del partido con Paraguay saldrán a festejar la actuación de Uruguay. Porque de eso se trata.
Repitiendo lo hecho en el último Mundial, la selección nacional hizo goles en todos los aspectos de su participación en el torneo desarrollado en la República Argentina. Se mostró como una auténtica representación de nuestro país, un equipo y no una agrupación de individualidades. Y no estamos hablando de tácticas ni técnicas futboleras, nos referimos a una presencia correcta en todo momento, una especial disposición para relacionarse con el periodismo pero, fundamentalmente, a una entrega total a favor de los intereses comunes, es decir “la Celeste”.
Por otra parte, el pasado 18 de Julio, presenciamos en el acto llevado a cabo con motivo de la inauguración del Monumento a la Bandera Nacional en Paysandú lo que bien podemos catalogar de “goles”.
En primera instancia, fuimos sorprendidos por la aparición de varios comunicadores radiales que, según ellos lo expresaron, habían llegado a la ceremonia cumpliendo tareas en sus respectivos medios y fueron invitados, minutos antes, por los organizadores a conducir el acto, en un hecho que aparece como de total aceptación.
Asimismo, se informó que habían sido invitados por las autoridades de Paysandú a participar de la actividad oficial cumplida todos los partidos políticos a través de sus referentes sanduceros.
Y, si bien la invitación formulada se debe destacar, resulta realmente auspicioso el hecho de que la totalidad haya respondido a la misma con su presencia en el acto. Así fue que en el momento de ser izado el enorme Pabellón Nacional, todos acompañaban en el estrado a las autoridades departamentales y nacionales confiriendo de esta manera a la austera ceremonia cumplida una significación muy especial, pues mostraba claramente que la Bandera, que es de todos los orientales, era homenajeada precisamente por los sanduceros, sin distinciones.
Es así pues que, de dos hechos totalmente distintos, llegamos a la conclusión de que cuando existen asuntos que conciernen a todos, los uruguayos somos capaces de unirnos por encima de banderías políticas y actuar a favor de los intereses y necesidades comunes.
De esta manera, deberíamos encarar en conjunto y hasta por consenso la rápida y efectiva solución de los grandes temas que nos preocupan hoy.
Deberíamos por lo tanto reclamar a quienes votamos para que nos representen que determinen, sin pensar en ganancias políticas y sí mirando el bienestar común y el futuro de nuestra patria y nuestro departamento los grandes temas que nos preocupan. Aspectos tales como la inseguridad, la educación, la infraestructura nacional y departamental, la carencia de viviendas, la situación de un enorme porcentaje de jubilados, los dudosos resultados del asistencialismo, soluciones para Paylana y Paycueros y hasta la conveniencia de construir un gran estadio sanducero de fútbol con miras al posible Mundial de 2030 deberían ser abordados con medidas pensadas y aprobadas con el exclusivo fin de mejorar al país y la calidad de vida de sus habitantes.
Y, para lograr esto, seguramente debemos tener en cuenta reflexiones de personalidades tan dispares como el mundialmente famoso actor cómico y cineasta Charles Chaplin y un simple futbolista sanducero.
El inefable “Carlitos” ironizó cierta vez en Londres: “Errar es de humanos, pero echarles la culpa a los demás es más humano todavía”.
A su vez, el capitán de un “cuadrito” sanducero, dirigiéndose a un delantero que buscaba lucirse apropiándose de la pelota le espetó: “Dejate de chichimoñas y jugá p’al cuadro”.