Opinion | 01 Ago “La Gefatura de Policía es un lindísimo edificio con estatuas de mármol en su frente, etcétera. Este se halla horriblemente acribillado, como todos los demás, por las balas de rifle y de cañón”. Descripción incluida en el artículo, fechado el 10 de enero de 1865, titulado “Una visita a las ruinas de Paysandú”, publicado por el periódico “The Standard” editado en Buenos Aires, en idioma inglés.
Recientemente el Ministerio de Educación y Cultura compró el chalet Las Nubes, Patrimonio Histórico Nacional, que perteneció al escritor salteño Enrique Amorim, con la intención de instalar en ella un centro cultural. Se trata de una construcción de características muy particulares y se creía que había sido diseñada por el famoso arquitecto Le Corbusier, lo que no es verdad. En total se pagaron U$S 225.000 por la construcción con un predio de alrededor de 10.000 metros cuadrados. Con la participación de la Intendencia Departamental se creará un parque, evocarán la memoria del escritor nacido en Salto en 1900 y fallecido en Buenos Aires en 1960, siendo destinado el complejo a diversas actividades culturales.
Sin dudas, es de congratularse que una construcción de estas características históricas y arquitectónicas haya sido recuperada para el patrimonio nacional y sea destinada diversas actividades culturales.
Es una buena noticia, especialmente para Salto, pero también para el resto del territorio nacional porque saber que existe la disposición y la disponibilidad para recuperar edificios emblemáticos es a todas luces gratificante. No dudamos, entonces, que existirán consideraciones sobre una lista de propiedades sanduceras que podrían ser incorporadas al dominio público con fines culturales, turísticos o estéticos.
Sin embargo, ser ambiciosos no es pecado cuando se trata de intereses comunes y obras que resultan beneficiosas para toda una región. Es así que, creemos, debería crearse un grupo de trabajo integrado por los ministerios de Interior, Cultura, Turismo, Transporte y Obras Públicas y, por supuesto, la Intendencia Departamental para definir el futuro del edificio de la Jefatura de Policía de Paysandú.
Si, ese magnífico edificio que aún acribillado a balazos cobijó a los heroicos defensores sanduceros en 1864 y que hoy, casi un siglo y medio después sigue siendo la Casa de la Policía de Paysandú e increíblemente no ha sido declarada aún Monumento Histórico Nacional.
Decía en su discurso el escritor coterráneo Juan R. Stagno al inaugurarse las actividades culturales en el nuevo local de la Biblioteca y Museo Municipal de Bellas Artes de Paysandú, el 30 de agosto de 1949: “El arquitecto, el escultor, el pintor y demás artífices de civilizaciones posteriores y hasta más complicadas proseguirán el lenguaje plástico; pero a través del arquitecto, del escultor y del pintor, siempre escuchamos el imperativo de los pueblos, la tradición de la raza que nos ha precedido y que aún nos rodea con su convivencia espiritual. El artista es parte integrante de la multitud, se identifica con ella, definiéndola con sus creaciones y se hace solidario hasta con sus colectivas rebeldías”.
Por esto es que lo que se plantea trasciende la mera adjudicación de un título honorífico por tratarse de una iniciativa de mucho interés para la ciudad y el departamento. Es así que debería estudiarse la construcción de un edificio adecuado para las diferentes funciones que cumple la Jefatura de Policía y, tras dotar a la repartición de todas las comodidades de una obra moderna, liberar el histórico lugar para destinarlo a las actividades de interés público que podrían ser desde un posible “Museo de la Defensa” hasta galerías de arte, exposiciones o planteos turísticos.
Un gran edificio moderno sería también un homenaje a todos aquellos agentes que a lo largo de la vida de la ciudad han protegido a todos sus habitantes.