Paysandú, Jueves 04 de Agosto de 2011
Locales | 03 Ago La edila nacionalista Nelda Teske, hablando ante el plenario del deliberativo departamental, afirmó que “es preocupante la inseguridad que ha invadido todos los ámbitos de nuestra sociedad y aunque desde el oficialismo se ofrezcan datos e informes relativos a su disminución, la realidad diariamente nos ofrece otra versión”.
Agregó que “ya no solo se incrementan en todos lados los ataques a personas y a la propiedad privada por las más diversas modalidades delictivas, sino que se implementan estrategias nuevas para esos malos logros”. Así como que “se ha llegado al extremo de que niños escolares sean rapiñados en pleno centro de la ciudad, incluso frente a la institución educativa a la que concurren arrebatándoles lo que tengan. Qué siente o cómo reacciona un escolar rapiñado -se preguntó- qué secuelas puede sufrir en su desarrollo emocional, es tema de análisis y respuesta de sicólogos, médicos y docentes, pero es problema de nuestra sociedad y de las autoridades competentes terminar en forma urgente y eficiente con estas situaciones permisivas de ataque a las personas”.
Sostuvo Teske que “no es posible que nos acostumbremos a aceptarlas como normales y que nos conformemos con que se nos diga que los autores ‘son menores’ y que por lo tanto no se puede hacer nada”. Afirmó seguidamente que “se puede y se debe hacer y en forma urgente, ya que esto es deber del Ministerio del Interior y de la Justicia que, salvo escasas excepciones, omite exigir las obligaciones inherentes a la Patria Potestad, para cuya aplicación -en general- solo se habla de derechos”.
EducaciÓn
La edila nacionalista dijo también que “el sistema educativo deberá asumir nuevamente las responsabilidades inherentes a su función específica, que es la educativa y formativa, que por excesiva permisividad (en especial en la educación pública) se ha ido deteriorando. Al respecto merece ser analizado el tema de la vestimenta liceal que, inspirada en los más caros principios valerianos de equidad y democratización educativa, cumple actualmente la función de protección e identificación de los estudiantes como tales. Su uso se fue desechando por parte del alumnado del nivel medio con el visto bueno en muchos casos de docentes y padres. Se hace necesario mantener su vigencia, como lo hicimos en nuestros liceos en otros momentos cuando desde sus direcciones supimos ofrecer democráticamente, a elección del alumnado, el tipo de vestimenta a usar”.
Teske añadió que “sorprende y preocupa que el Consejo de Secundaria deba imprimir folletos explicativos a los estudiantes en los que se indica, entre otras cosas, las medidas de seguridad para cuidarse de episodios delictivos: ‘no vestir prendas o calzado nuevo, de marca’, ‘evitar el uso y exhibición de celulares en la calle’, ‘concurrir en grupos a las paradas de ómnibus’ y otras cosas por el estilo para evitar el objetivo de los delincuentes. Demás está decir que el Ministerio del Interior deberá tomar las medidas necesarias para que no solo estudiantes y docentes, sino la población toda, pueda salir nuevamente de sus casas sin temor a ser atacados”.
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