Deportes | 01 Ago Venía desarrollándose bien la temporada del básquetbol en lo que refiere a las divisionales formativas. Pero claro, si se trata de básquetbol en nuestro medio, siempre tiene que aparecer un pero.
Y sí, la culpa fue de las bocinas que no funcionaban bien en los tableros electrónicos que controlan el tiempo de juego. Llámeseles 24 segundos o finales de períodos.
Lo cierto es que los árbitros, que de acuerdo a lo que se nos informa ya habían advertido sobre el tema, decidieron no arbitrar si no se daban las condiciones exigidas de acuerdo a los aspectos técnicos. Y como siempre sucede, los que quedaron de rehenes fueron los jugadores que estaban prestos para actuar, y el público que en buen número se encontraba presente en algún caso.
¿Culpa de quién, o quiénes?
Si hubo advertencias, y por ejemplo las hubo cuando en la última reunión de la Liga el neutral Quequin consultó a los clubes si las bocinas funcionaban bien, entonces la responsabilidad es de aquellas instituciones que no solucionaron el o los problemas. Ahora bien, aquí también faltó cintura.
Porque si veníamos jugando y ya con más de un año de atraso, aplicando el reglamento ya vencido, pese a que no era lo correcto pero dadas las circunstancias, una mancha más no le iba a hacer nada al tigre. O mejor, seguimos igual en materia de bocinas, jugamos estos “Play Off” de formativas y se acabó; de allí para adelante, o los arreglan o no se juega.
En fin. Ahora vendrán los reproches, el ambiente se pondrá tenso -ya lo está- y veremos lo que acontece. Hablando con Quequim nos decía que esta noche en la reunión semanal va a saltar el tema, y que por allí se les pida a los árbitros que acepten jugar de acuerdo a como están funcionando las bocinas, hasta que culminen los “Play Off”. Y después sí, aplicar lo que es debido. “Chapatín”