Nacionales | 31 Jul El presidente José Mujica afirmó que su preocupación por el volumen de noticias de la crónica roja en los medios de comunicación no pasa por el debate de su existencia o exceso, sino por aquello que no se nombra, por “el drama humano de destruir familias”. Adelantó que mantendrá reuniones con representantes de la educación y de las cámaras empresariales para solicitarles una responsabilidad social orientada a esta problemática.
Mujica fue consultado sobre su malestar por la crónica roja que realizan los medios de comunicación, particularmente los informativos capitalinos.
“Yo sé que acá se mide el rating del informativo y se estiran o no según convengan las noticias policiales; entonces, si quiere 15 minutos de noticias policiales hágalo, es problema suyo, pero ayude a poner algo, enséñenle qué es a los ‘gurises’ lo que es pasarse 15 años en cana por nabo”, dijo Mujica a los medios de comunicación, luego de abrir la convocatoria del Grupo Alternativa Latinoamericana, una reunión de representantes de gobierno y funcionarios diplomáticos de izquierda del continente.
Promovió la idea de que los medios de difusión ejerzan parte de su trabajo a favor de generar mensajes a favor de los valores sociales. “A mí no me preocupa lo que dicen los informativos, me preocupa lo que no dicen”, dijo. Para Mujica quien mejor lo hace es el director técnico de la selección de fútbol, Washington Tabárez, “cuando dice que el objetivo está en el camino, nos enseña valores”, recordó. “Esa es la preocupación, que podamos discutir eso, porque si miro sólo el rating y la única preocupación es mi caja… No pido que eso se descuide, pero pido que se ponga algo más”, concluyó.
Mujica abrió la convocatoria del Grupo Alternativa Latinoamericana, iniciativa organizada por el Programa de las Naciones Unidas, donde habló de los desafíos de la izquierda. “Yo pienso que el motor de la historia ha sido el lucro, que disciplinó gente, organizó el trabajo, domesticó a la ciencia, el lucro es una cuestión civilizatoria”, expresó, y agregó que esta pulsión entra en contradicción con la solidaridad.
Para el presidente, el desafío de la izquierda es responder a las preguntas sobre la condición humana. “La contradicción no es solo de clase, es de civilización”, subrayó frente a los representantes del continente. “De los viejos revolucionarios debemos asumir el espíritu de compromiso y que si no podemos llegar al escalón de la utopía, nuestra vida debe ser una causa al servicio del progreso humano y esta es la enorme diferencia entre la izquierda y la derecha”, afirmó. Se preguntó de manera retórica si el actual sistema representativo brinda respuestas a las masas que se organizan y se desorganizan desde el ordenador. “Creo que uno de los problemas progresistas que tiene el mundo es cómo se encauza esa fuerza para que pueda construir”, finalizó.