Opinion | 07 Ago Los orientales hemos sido en general agradecidos y respetuosos con los creadores de nuestra nacionalidad y en especial con el general José Gervasio Artigas. Sin embargo, casi hemos dejado en el olvido, hasta parecería que despreciamos, un hecho y un lugar clave de la historia nacional. Un recuerdo además que atañe directamente a los sanduceros por encontrarse dicho sitio en territorio departamental.
Obviamente nos estamos refiriendo a la Villa de la Purificación y el Cuartel General de Hervidero, lo que fue, sin dudas, la capital de la Banda Oriental y del Protectorado de los Pueblos Libres.
Innumerables tareas de investigación realizadas han determinado con exactitud la ubicación y características de aquel lugar desde donde el general Artigas regía los destinos de los hombres libres de las provincias que constituían el Protectorado.
En ese sentido debemos recordar incluso que en 1975 EL TELEGRAFO realizó una investigación periodística que estuvo a cargo del director y el secretario de Redacción de nuestro periódico, Fernando Miguel Baccaro y Luis Mario Pirieveis, respectivamente. En la crónica respectiva se consigna la existencia de rastros de trincheras que protegían la capital de la Liga Federal y fotografías del llamado “Tala de Artigas”.
Pero, todo análisis en este aspecto resulta casi innecesario dado que el sitio donde se encontraba Purificación está plenamente identificado por una profunda investigación histórica, documental y arqueológica realizada por la Facultad de Humanidades de la Universidad de la República y, en base al mismo, fue declarado Monumento Histórico Nacional en el año 2003 por la Ley 17.631 cuyo proyecto fuera presentado por el hoy fallecido diputado Jorge Laviña.
Quiere decir entonces que es de total recibo y merece el más completo apoyo de la opinión pública oriental el reclamo que desde filas parlamentarias se ha realizado al Gobierno Nacional en el sentido de que se tomen las medidas necesarias para que el sitio histórico pueda ser visitado y, agregaríamos nosotros, para que en el lugar lleven a cabo los trabajos y actividades correspondientes para que la “Villa de la Purificación” “reviva” y todos podamos conocer y honrar al General Artigas tanto a sus pensamientos como sus acciones y ofrendar nuestro respeto a todos aquellos que le acompañaron en la forja de la Nacionalidad Oriental.
Las autoridades nacionales con resposabilidad directa sobre el tema, sostienen que hay muchas dificultades para lograr un acuerdo. Debería estar muy claro a esta altura de las circunstancias que los plazos para el diálogo y las exigencias han sido superados y se impone tomar inmediatamente las medidas correspondientes, medidas que serán absolutamente ajustadas a Derecho pues, por sobre el deber moral, están las leyes que habilitan al Estado a expropiar el predio correspondiente y, seguramente, los valores materiales que impliquen la medida serán absoluitamente accesibles.
Creemos que estas consideraciones refleja el pensamiento de la gran mayoría de los orientales quienes entienden que es hora, de una vez por todas, de poder decirles tanto a los orientales como a los entrerrianos, santafesinos, cordobeses, correntinos y misioneros: ¡Hermanos, aquí estuvo la Capital del Protectorado de los Pueblos Libres!