Locales | 05 Ago El pujante mercado brasileño de la cerveza, dominado durante muchos años por AmBev, una división del gigante Anheuser-Busch InBev, podría volverse más competitivo, con el ingreso de la japonesa Kirin Holdings Co., que inició una ofensiva en el vecino país mediante la adquisición de una participación con poder de control en la cervecera familiar Schincariol, por la que pagó 2.570 millones de dólares, con el fin de establecer su presencia en un mercado de rápido crecimiento.
La empresa con sede en Tokio, que también posee activos en Australia y Filipinas, anunció el martes la compra de una participación de poco más de 50% en la segunda cervecera de Brasil, que estaba en manos de los hermanos Alexandre y Adriano Schincariol.
No obstante, los accionistas minoritarios, tres primos Schincariol que poseen el 49,55% de la empresa, calificaron la operación de ilegítima y anunciaron que llevarán el asunto a los tribunales, pues sostienen que los estatutos de la compañía exigen que las acciones puestas a la venta deben ofrecerse primero al resto de los accionistas.
La disputa familiar deja de manifiesto las recompensas y los riesgos que algunas empresas extranjeras ven en Brasil, el tercer mercado mundial de cerveza, detrás de China y Estados Unidos, y que casi duplica al de Japón. Pero mientras el mercado estadounidense crece apenas entre 1% y 2% al año, el consumo de cerveza de Brasil saltó 11% en 2010 en relación con el año anterior, según la Asociación Nacional de Productores de Cerveza, con 55 litros por habitante por año.
El mercado brasileño, sin embargo, ha sido durante mucho tiempo dominado por AmBev, que en 2005 se fusionó con la cervecera belga Interbrew y luego, en 2008, absorbió Anheuser-Busch, para convertirse en el mayor fabricante mundial de cerveza. AmBev domina un 69% del mercado brasileño.
Schincariol ocupa el segundo lugar con 11%, seguido por una gran cantidad de empresas más pequeñas. Schincariol inició sus actividades en 1939 como un vendedor de refrescos.
La compra de Schincariol es apreciada por analistas como un pie en el continente americano de los japoneses, no descartándose que a mediano plazo se extiendan a otras naciones del área, siguiendo precisamente el ejemplo de AmBev. Actualmente el consumo por habitante por año en Uruguay es de 32 litros. En 2003 era de solamente 13,5 litros, pero la estrategia de FNC, filial uruguaya de AmBev, de incorporar nuestros productos y desestacionalizar, ha dado muy buenos resultados.