Locales | 13 Ago Comenzó ayer la colecta nacional de la organización “Un techo para mi país”, y en los ocho puntos dispuestos en Paysandú “la gente colaboró muy bien, estamos cansados pero contentos del resultado”, dijo a EL TELEGRAFO Eduardo, uno de los jefes de punto de los jóvenes voluntarios que participaron de la colecta.
Más de 100 jóvenes liceales y estudiantes terciarios participaron en doble turno de la actividad con gran entusiasmo “porque el motivo es muy importante, es colaborar para mejorar la vivienda de los que más necesitan”, comentó Camila, otra voluntaria. Numerosos sanduceros pusieron entre 10 y hasta 200 pesos en las alcancías de madera con forma de casa que disponían los jóvenes, y en casi todos lados “tuvimos que ir a vaciarlas, y se están llenando de nuevo”, detalló Eduardo, cuando ya estaban por terminar la jornada, a las 18 y 30.
Los consultados destacaron también que además de los jóvenes registrados previamente para colaborar, “hubo muchos gurises que cuando vieron la movida se acercaron a ver cómo podían ayudar”.
poner lo que se pueda
Entre los casos más destacados que vivieron los muchachos, relataron el caso de “un hombre que se veía no tenía muchos recursos. Dijo que él había pedido una casa pero no se la habían dado, pero igual puso 100 pesos diciendo que era todo lo que tenía”. De esos casos se repitieron varios, que llevaron a que el resumen fuera que “los humildes y trabajadores ponen siempre lo que pueden”. Una de las chicas se lamentó que desde una camioneta nueva le dijeron que “no pongo, yo no preciso casa”, y otra voluntaria dijo que “prefiero que la gente nos diga que no puede o no tiene para poner, pero no que nos ignore, hacen como que no nos ven y eso es feo”. De todas maneras, el resultado de esta primera jornada fue satisfactorio y animó a los gurises para desde las 8 de hoy hacer una colecta “casa por casa en distintos barrios”, para lo que esperaban también un amplio apoyo en la campaña llamada “construí con 20 pesos”. La jornada culminará hoy a las 18 y 30 con una concentración en plaza Artigas, donde está instalada una casa precaria construida con costaneras, que dice: “para que no siga siendo realidad, construí con $ 20”.
Esta organización internacional construyó varias casas de madera en Paysandú, fundamentalmente en la zona del arroyo Sacra, dando un lugar de mayor confort, seco y abrigado a las familias que tienen sus viviendas precarias.