Locales | 14 Ago Cuando Lieke van den Berg, a sus 18 años, eligió Uruguay para vivir durante un año una experiencia de intercambio estudiantil, sabía muy poco de nuestro país y menos aún imaginaba que terminaría salvándole la vida a un hombre que se ahogaba en el río Uruguay ante la desesperación de su joven familia. Así empezaba el artículo que publicamos en setiembre del año pasado cuando la conocimos y vimos en ella una jovencita curiosa e inteligente, bella y compasiva, alguien que dio un ejemplo de humanidad y amor al prójimo.
En los meses siguientes, esta becaria holandesa logró insertarse activamente en la sociedad sanducera no sólo como estudiante del Colegio Nuestra Señora del Rosario, sino que participó en otras actividades sociales y culturales y prestó servicio voluntario en la Asociación Pro Discapacitado Mental “Aprodime-Bárbara Inhelder”.
Según su “madre anfitriona” en Paysandú, la profesora Elena Abeledo, Lieke fue un día de visita allí y solicitó permiso para trabajar con los niños que concurren diariamente a esa institución.
Ya en su país y junto a su familia, donde es la mayor de tres hermanos y vive en Noordwyk --una ciudad de aproximadamente 25.000 habitantes ubicada a unos 40 kilómetros de Amsterdam, en Holanda Meridional, conocida por sus playas, actividad turística y campos de flores-- la jovencita se ha encargado de hacer conocer Paysandú y además, logró reunir dinero para realizar una interesante donación a Aprodime, lo cual la institución agradece públicamente.
“En Holanda existe un día llamado Día de la Reina, que es un día de fiesta y en el cual los jóvenes, niños y familias salen a las plazas a vender cosas que no usan más en sus casa. Parte del dinero recaudado se quedan ellos y otra parte donan a una institución. Esa donación generalmente va a países de África, pero este año lo recaudado por la familia de Lieke fue destinado a Aprodime de Paysandú”, dijo Abeledo.
En tanto, desde la institución se informó a EL TELEGRAFO que la donación --de 16.000 pesos uruguayos-- fue utilizada para comprar un software que era necesario en el área de fonoaudiología.
“Trabajamos con niños, jóvenes y adultos con discapacidad motriz e intelectual que tienen, en muchos casos, dificultades para la comunicación, por lo que una de las herramientas que usamos es la Comunicación Aumentativa Alternantiva (CAA). Hemos incorporado para el trabajo diario la tecnología asistiva. Consiste en la aplicación de dispositivos de rehabilitación, asistencia y adaptaciones tecnológicas al entorno de la discapacidad, lo que les permite a niños, jóvenes y adultos suplir ciertas desventajas e integrarse en la sociedad”, explicaron.
“El objetivo de la tecnología asistiva es facilitar el acceso a la computadora para que la persona logre mayor independencia en las áreas de: comunicación, estudio, social, ocio y tiempo libre, mejorando su calidad de vida de una manera eficiente y efectiva”, dijeron voceros de Aprodime al agradecer públicamente la donación recibida.
FIESTA TRADICIONAL
Y NACIONAL
El Día de la Reina es una fiesta nacional de los Países Bajos y se celebra cada 30 de abril, día del cumpleaños de la reina Juliana. La festividad se origina en 1885 cuando con motivo del quinto cumpleaños de la princesa Guillermina se celebró por primera vez el “Día de la Princesa”. Tras la muerte del rey Guillermo III en 1890, el Día de la Princesa se convirtió en el Día de la Reina. Guillermina fue coronada reina de los Países Bajos el 6 de setiembre de 1898, una semana después de cumplir la mayoría de edad.
El Día de la Reina siguió celebrándose el 31 de agosto hasta 1948 cuando el trono de los Países Bajos pasó de la reina Guillermina a su hija Juliana y desde entonces el Día de la Reina se celebra el 30 de abril, coincidiendo con el cumpleaños de Juliana. Tras la coronación de la reina Beatriz, el 30 de abril de 1980, ésta decidió mantener la festividad conmemorando la fecha de su acceso al trono. Siguiendo la tradición, el Día de la Reina es el único día en que no se requiere permiso de las autoridades para vender bienes en la calle (si bien excluyendo generalmente la venta de bebidas y y alimentos). De esta forma el país entero se llena de mercadillos en los que los holandeses venden todo tipo de objetos de segunda mano. El ambiente festivo es especialmente intenso en las grandes ciudades. Por primera vez, alguien pensó en Paysandú en el Día de la Reina. Y eso fue gracias a una bella y generosa jovencita que, si estuviera en un cuento, debería ser una princesa.