Deportes | 15 Ago Para conocer al goleador histórico de la selección de Paysandú no hace falta recurrir a un libro de historia, ni ver alguna foto en blanco y negro. Es que Carlos Jaime le sigue pegando a la pelota, y con solo 39 años, y tras haber vestido “por seis años y tres partidos” la blusa blanca, según él mismo comentó, tiene en su haber ese título de goleador de la Blanca, con 17 anotaciones.
“En la selección mayor debuté en 1992 con el ‘Bocha’ Satriano como entrenador. Y la primera selección juvenil fue con Colzada, creo que fue una Sub 15, allá por el ’86-87’”, dice Jaime con respecto a su historia con la camiseta blanca.
“Un orgullo personal”
El hecho de ser goleador de las selecciones de Paysandú, es, para el delantero, “un orgullo personal”, más allá de que le hubiera gustado festejar algún título. “De todos los años que tengo en el fútbol me hubieragustado ser campeón con la selección, que es lo más importante en la vida de un jugador”, relata, dejando en claro que se moría por vestir la Blanca en cualquier ocasión.
“Lo más importante para mi es la selección, Ahora veo que hay problemas por plata… Yo en los cuadros siempre cobré, pero en la selección jugué por $ 200, porque uno defiende a su ciudad. Yo amo a Paysandú, y siempre dije que por ahí no llegué a más en el fútbol, fue porque extrañaba Paysandú cuando estaba en Montevideo; solo pensaba en venirme. Pero me siento orgulloso de defender a mi ciudad, es lo que llevo más en alto. Porque soy uruguayo, pero primero soy sanducero. Y lo tengo claro. Extrañaba muchísimo y solo quería venirme a Paysandú”, dice inflando el pecho.
Dos goles, dos
De esos 17 goles anotados por el “Pelado” Jaime, alguno tiene que ser el preferido, sobre el que se cuenta a los amigos, a los hijos, y el día de mañana a los nietos. “¿El mejor gol con la selección? Uf… me quedan muchos goles marcados. Pero creo que dos fueron los más importantes, al menos para mi. Uno creo que fue el cuarto –anoté cuatro ese día- en la final ante Colonia, que se la piqué al arquero. Y después en la semifinal del Nacional contra Florida, ante el que habíamos perdido allá y después ganamos acá; ese día también se la piqué al golero. Fueron dos goles que me quedaron”, recordó Jaime.
Pero el goleador también se acordó de un penal que anotó jugando en una selección Sub 19 que fue campeona nacional. “De ese día tengo una anécdota. Ese gol fue de penal, el técnico era Alberto Arias en una semifinal con Maldonado. Recuerdo que fue en la cancha de Lavalleja, que tenía en un costado un cerco de libustrina y el ‘Mono’ Arias se escondió ahí para no ver el penal”, comentó entre risas.
Cambio goles por títulos
Pero Jaime asegura que cambiaría todos los goles convertidos con la selección por haber dado una vuelta olímpica con la selección mayor. “El ser goleador significa mucho. Es un orgullo ser el máximo goleador con tan pocos años de selección, solo seis años y tres partidos. Pero el dolor más grande es que mi generación no ganó nada, salvo aquel Litoral Norte de 2002”, confesó.
“¿Por qué no ganamos nada? Mirá: rebobino todo y nunca le puedo encontrar la vuelta. No sé por qué no ganamos nada. Porque teníamos buen cuadro, perdimos finales increíbles como con Colonia por el Litoral, las dos finales del Interior, con Maldonado Interior y Maldonado. Cuadro siempre hubo, pero hasta el día de hoy no le encuentro explicación”, dice.
La charla va de un lado a otro. Desde los goles, hasta las risas que surgen cuando Jaime se acuerda de una de las tantas anécdotas afuera de la cancha: “o más grande fue cuando con Juan Arregín nos comimos 13 milanesas en Rivera, cuando fuimos a jugar un partido de práctica. La gente decía ‘¡por qué no se los llevan a estos dos!’”.
más allá de la selección
Pero más allá de la selección, Carlos Jaime supo festejar goles en varios lados, incluyendo en el fútbol profesional. En 1991 se fue a La Luz, e hizo 25 goles en la Divisional C (“de ahí estuve a un paso de ir a Nacional, pero nunca supe qué pasó, porque Roberto Fleitas, que era el técnico de La Luz, me pidió cuando pasó a Nacional”, recordó Jaime). Después pasó por Bella Vista durante dos temporadas, volvió a Paysandú para posteriormente ir a Gimnasia de Concepción, y luego a Central Español. “Pero la mejor etapa fue la de Paysandú Bella Vista: jugaba en mi ciudad, con unos cuantos amigos con los que habíamos estado en la selección. Hubo técnicos que me querían y otros no, pero demostré que tenía que jugar”, aseguró el “Pelado”, quien anotó el primer gol de Bella Vista en el profesionalismo (en la caída 7 a 1 ante Danubio), convirtió ante Rentistas en el que fue el primer triunfo papal como profesional, y también lo sufrieron Nacional y Peñarol.
“El día que le hice el gol a Nacional era suplente, estaba calentando con el ‘Pelusa’ Sena afuera, y los hinchas me insultaban. Y le dije a Sergio: ‘estos me van a hacer calentar, voy a entrar y les voy a hacer un gol’. Y así fue, encima Sergio me sale a buscar a la cancha para festejar y lo echan sin haber jugado”, rememoró el goleador sanducero. “Hice el gol en Rocha de visitante, y nos salvamos del descenso”, agregó.

"HA BAJADO MUCHÍSIMO"
Para Carlos Jaime, el fútbol sanducero ya no es lo que era. Pero también mantiene la esperanza de que todo cambie.
“El fútbol de Paysandú ha bajado muchísimo. Estamos perdiendo donde antes pisábamos fuerte, como por ejemplo a nivel de juveniles. En Fray Bentos, por ejemplo, hay 12 o 13 jugadores de Paysandú que están jugando allá. Pero esperemos que Paysandú se recupere. Lo principal es cómo empezó a trabajar esta gente que está ahora en la Liga, que lo está haciendo bien para volver a pisar fuerte en el Litoral y también en el Nacional”, dijo el delantero.

MÁS ALLÁ DEL FÚTBOL
“No me arrepiento de nada. Pero lo que me pasó a mí, no me gustaría que le pasara a un hijo, o si algún día me toca dirigir a uno de mis jugadores. Es que me manejé mal, porque ahora te exigen estudiar y conmigo no sucedió lo mismo. Y hoy creo que es lo principal. No tuve estudios, solo fui hasta 5º año de escuela, y con estudio te manejás de otra manera. Me di cuenta de grande”, reflexionó Jaime más allá del fútbol.
¿A qué vino su comentario? A que podría haberse abierto camino de otra manera no solo en el fútbol, sino en la vida.