Deportes | 10 Ago El plantel principal del equipo sanducero de rugby, Trébol, está a pocos pasos de disputar el Torneo Súper 4, el último del año que organiza la Unión de Rugby del Uruguay (URU), y que reúne a los cuatro mejores clubes a nivel nacional en la presente temporada, sumándose a los sanduceros Carrasco Polo, Old Boys y Old Christians.
¿A qué realidad nos referimos? A esa que puede ser poco explicable para los clubes capitalinos, pero que es vigente, la sufre y la experimenta el representante del Paysandú Golf todos los días de cada mes, y temporada a temporada desde que inició su participación a nivel nacional en este deporte.
La realidad está marcada en la imposibilidad de que el plantel principal de Trébol, llámese Primera, Intermedia y M19, pueda entrenar totalmente integrado, con todos los jugadores, cuando el cuerpo técnico así lo disponga. Y la explicación es que parte del plantel está radicado en Montevideo y el resto en nuestra ciudad, lo que lleva a que durante toda la temporada se entrene separadamente.
Es decir que el plantel está a entera disposición del entrenador apenas una vez por semana, y a solo 24 horas de cada uno de los partidos. Son minutos esperados con ansiedad, que aprovechan el cuerpo técnico y quienes se encargan de la parte física para conocer en qué situación o condición --tanto técnica como física-- llegan los jugadores, más allá de la profesionalidad de quienes supervisan los trabajos en nuestra ciudad entre semana.
Y, está a la vista, se otorga un gran hándicap ante los adversarios capitalinos que sí pueden entrenar todos juntos, cuando y donde lo deseen.
Esta puntualización constituye una realidad para los verdiblancos. Que no está hecha con el ánimo de pretexto o excusa cuando los resultados no se dan, pero que sí es válido para marcar una situación que, al decir de jugadores y cuerpo técnico, “se debe asumir porque es tan antigua como Trébol”.
No hay alternativa que asumir esta condición, más allá de que está lejos de lo ideal.
Pero, como contrapartida, Trébol sigue peleando año a año los primeros lugares, y es aporte permanente de jugadores para las selecciones participantes en Sudamericanos y Mundiales.
Por eso hay que admitir, y así debe ser reconocido, que el rugby sanducero está hecho de muy buena madera. Josuhé