Rurales | 18 Ago El precio de la leche pasteurizada al público se mantiene desde hace tres años provocando la pérdida de U$S 1.500.000 mensuales a los productores debido a los U$S 0,12 en promedio de diferencia entre el precio de la leche industria y la de consumo pagados al productor.
“Este traslado involuntario y coercitivo de recursos hacia el sector consumidor tiene, como principales destinatarios --más del 80%-- a los sectores de medios y altos ingresos”, señala un informe realizado por los productores Justino Zavala Zorrilla y el ingeniero Marcelo Bartesaghi, integrantes de la Asociación Nacional de Productores de Leche (ANPL).
Zavala, delegado zonal de la zona oeste de Canelones ante dicha asociación, dijo a Conexión Agropecuaria que se podría subsidiar a la población más pobre --de la cual una gran parte ya accede a leche en polvo a través de distintos programas-- a la cual se le haría más difícil costear los $ 2 de aumento pedido por los productores.
Zavala señaló que muchos de sus vecinos --productores chicos que remiten cerca de 3.000 litros por mes-- reciben $ 1,50 menos por litro remitido. Esto, porque una mayor proporción de su leche es para cuota. Y son, precisamente, quienes tienen menos capacidad para crecer o para manejar costos y para quienes el tambo es la única fuente de ingresos familiar. Estos productores debieron hacer frente a las subas del costo de vida que hubo en estos tres años en los que gran parte de sus ingresos quedaron congelados.
Para evitar estas distorsiones --provocadas por la eliminación de la fijación del precio al productor pero el mantenimiento de la fijación del precio al público-- el productor dijo que podría hacerse como en el subsidio al transporte. A su juicio, podría perfectamente armar una paramétrica, con los distintos costos de producción de leche, y llegar a un precio administrado. No es partidario por ahora de dejar el precio a la voluntad del mercado, pero tampoco a la voluntad del ministro o del gobierno de turno.
Zavala señaló que está de acuerdo con el precio administrado pero en un marco de reglas claras, como puede ser la parámetrica. Este cálculo seguramente se podría realizar en el ámbito del Inale, organismo que “tiene entre sus cometidos estudiar y sugerir un sistema de comercialización de leche, cosa que hasta el momento no ha cumplido”.
Esta política de congelamiento de precio castiga más a las industrias que abastecen al mercado interno, quienes no pueden optar por dejar este cometido y volcar más leche a la exportación ante buenos precios en el exterior, como sucedió en 2008.
El momento de la discusión es ahora, sostuvo Zavala, ya que los precios internacionales están altos, y los ingresos de los hogares vienen creciendo. “En el período considerado, los ingresos de los hogares uruguayos crecieron en el orden del 30%, estando actualmente entorno a los $ 32.000 por mes. Un aumento de $ 2 por litro, como el reclamado por los productores, implicaría para un hogar que consuma 2 litros por día (más que el promedio) un gasto adicional de $ 120 por mes o sea un 0,004 % de los ingresos”, señala el informe.
Además, Zavala agregó que tampoco implicaría un aumento pronunciado de la inflación --uno de los temores que se manejan como trabas para la suba--, sino que pasaría, por ejemplo, de 8,25% anual a 8,35%.