Rurales | 17 Ago La carneada de 30 lanares en una zona comprendida entre CAMS y Constancia, permitió conocer los problemas que enfrentan otros productores del departamento, que van desde el robo de alrededor de 300 lanares y ganado de pedigrí, hasta la matanza que los perros hacen en las majadas y carneadas permanentes. En todos estos casos, los productores coinciden en la ineficacia policial --basado en la escasez de personal-- y de la justicia, para lograr que se terminen los serios inconvenientes.
Los datos que posee EL TELEGRAFO son variados y diversos. Pero en este informe nos remitimos a casos que en el último año y medio han sido realmente preocupantes, pero también son actualizados con situaciones que se viven en establecimientos de la zona de Ruta 26. Uno de los hechos más insólitos le ocurrió a un productor de la zona de Valdez, que a principios del año anterior le llevaron de un campo que tenía 550 borregos, 300 ejemplares que fueron sacados del campo rompiendo el alambrado y llevándoselos para la zona de Piedras Coloradas.
El productor perjudicado comentó a EL TELEGRAFO que “rescatamos en la zona de Ruta 90 vieja grupos de 30 a 40 borregos que la gente de la zona los tenía apretados y los largaba a medida que la policía y nosotros andábamos buscando los animales”. Sostuvo que cuando se realizó la cuenta total, “nos terminaron faltando 97 animales”.
Cansado de tener que soportar estos problemas, el productor decidió llevarse los lanares a otro campo de la zona de Ruta 26 en la jurisdicción de la seccional 8ª. Pero los problemas no terminaron, “ya que en ese campo ahora me carnean los ovinos”, explica. En julio del año pasado carnearon ocho ovejas y después fueron 46 más.
Pero los delincuentes no sólo se dedican a los lanares, sino que este mismo productor comentó que en noviembre de 2010 le faltaron 12 vacas de pedigrí, además de una yegua Criolla de pedigrí, que fueron robadas en el mismo día.
Consultado sobre el proceder de la policía, dijo que “lo único que hizo la policía fue indagar a la gente que trabaja en casa, pero nunca encontraron a nadie en la zona de Valdez y la Ruta 26, ni rastros de las vacas, ni del carneador de las ovejas”. Aclaró que “acá es habitual que falten cinco o seis ovejas”.
Sostiene que esa zona -ubicada dentro de la 8ª seccional pero a casi 60 kilómetros de la comisaría ubicada en El Eucalipto--, “es como un triángulo, porque acá no vienen ni los de la 8ª, ni de la 6ª que están más cerca. A veces viene la Bepra pero tampoco han solucionado nada”.
Precisamente dijo que la Bepra (Brigada Especial para la Represión del Abigeato), “volvió a conformarse a partir de los problemas que tuve con las carneadas de unos novillos en el establecimiento. A pesar de que nunca agarraron a nadie, por suerte dejaron de carnearnos los animales”. Visiblemente molesto, reiteró que a pesar de todo lo sucedido en sus campos, “la policía nunca agarró a nadie, a pesar de las diferentes denuncias, las cuales tengo todas en mi poder”, dijo.
De no creer
Si algo insólito terminó de convencer a este productor que la policía no lograría nada positivo para las situaciones que estaba viviendo, fue cuando decidió contratar el servicio 222 en su establecimiento. “Ante el propio servicio que contraté --fue en 2009-- me carnearon igual. Me cortaron los siete hilos del alambrado y me mataron novillos”, dice resignado. Tras esto se reflotó la Bepra, “porque se dieron cuenta que el 222 en campaña no daba resultado”. Lo que sí tiene claro es que “hacer las denuncias es una pérdida de tiempo. Nunca encontraron a nadie y pierdo más tiempo yo que los ladrones”.
Perros
Otro establecimiento, también de Ruta 26 pero más al norte, debe soportar en estos días el embate de perros que han realizado verdaderos destrozos en la majada. “El lunes 8 mataron 12 ovejas y borregas con lana y 40 quedaron mordidas. Después nos mataron el sábado 13 en otro potrero siete ovejas esquiladas y preñadas y otras 40 fueron mordidas y este lunes 15 nos mataron 17 ovejas más”, dijo un conocido productor realmente indignado con lo que está sucediendo”.
Explicó que en pocos días, lleva 36 ovejas y borregas muertas y unas 70 mordidas por los perros. “Sabemos de quienes son --se trataría de la zona de Guarapirú--, porque incluso entraron a la estancia en donde logramos matar uno, pero los otros escaparon”, manifestó. Sostuvo que el comisario de la seccional “vino hasta la estancia, se supo que el dueño de los perros no está y los perros están abandonados, pero no se puede hacer nada”, acotó.