Opinion | 19 Ago Durante la sexta reunión del Comité de Integración Paysandú-Colón, quedó en evidencia una vez más el marcado interés de la región de integrarse, de trabajar en conjunto, de planificar en base a la región, por encima de los límites nacionales. En el caso concreto de este comité, se trabaja en la integración del departamento de Paysandú y del departamento de Colón, aprovechando el tendido internacional sobre el río Uruguay.
Pero, curiosamente, reunión tras reunión, el tema que monopoliza la mayor parte del tiempo de discusión es el propio puente y como éste en situaciones actúa como barrera para la integración en lugar de facilitarla. Más allá de las clásicas fechas veraniegas de recambio turístico, durante el resto del año igualmente se verifican filas de mayor o menor extensión que recogen críticas de los usuarios.
Físicamente los funcionarios de Uruguay y Argentina trabajan “codo a codo”, un sistema que se sostiene mejorará sensiblemente el trabajo de migraciones. Ocurre que al contar los dos países con diferente soporte informático para las bases de datos de su población, donde figuran aquellas personas impedidas de abandonar el país por diferentes razones, la velocidad en el procesamiento de datos sigue siendo lenta, porque debe duplicarse. Pero más allá de eso, hay sin dudas elementos que pueden ayudar a un uso más fluido del puente internacional, empezando por los residentes en zonas fronterizas. La idea de recuperar para el uso público el sistema de Tarjeta Vecinal Fronteriza (TVF) es sin dudas muy buena. Aquella vieja “tarjeta verde” que se usaba décadas atrás dejó de aplicarse, pero cumplía una muy buena función. Como expresó uno de los asistentes al encuentro de Colón “antes se pasaba mucho más rápido que ahora, no me pregunten por qué”.
Una TVF para los residentes fronterizos, carriles especiales, casetas de uso exclusivo, como sea que se determine, corresponde a los gobiernos nacionales -centrales- de ambos países tomar esas definiciones. Tanto el Ministerio de Relaciones Exteriores de Uruguay como el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de Argentina no solamente están representados sino que participan activamente en estas instancias de integración.
Lo que se les pide, lo que debe demandarse es que si un tema se sigue presentando encuentro tras encuentro, quiere decir que no se ha hecho mucho camino, que no se ha avanzado. Y la integración simple y sencillamente necesita del movimiento, del avance, del progreso.