Con desechos propios

Locales | 28 Ago La construcción de una planta generadora de electricidad en base a la fermentación de desechos y grasa vacuna será desarrollada por el frigorífico Casa Blanca cumpliendo tres cometidos: “civilizar” la zona creando un lugar “agradable y que no deprima, generar el consumo de la propia planta cárnica y aportar a la solución del problema social que se vive en esa zona”, según anunció a EL TELEGRAFO el principal de la empresa, Eugenio Schneider.
Detalló que la planta tendrá un costo de dos millones de dólares, aportará a UTE un megavatio/hora por día, que es el consumo del mismo frigorífico, y tendría posibilidades -con algunos aditamentos- de generar electricidad también con biomasa del vertedero municipal.
“Civilizar”
“Dentro de los problemas que tiene la zona de Casa Blanca, está el vertedero municipal, que en los últimos 10 años se ha convertido en una cosa espantosa. Hay un asentamiento, hay hurgadores. También hay ladrilleros, pero sabemos lo que es, no hay problema con ellos. Pero la mezcla es explosiva. Y como somos linderos con la famosa zona industrial de Casa Blanca -que tiene una sola empresa trabajando, el aserradero- queremos desarrollar una actividad allí para ‘civilizar’ un poco la zona”, dijo Schneider.
El emprendimiento está referido a “generación de energía eléctrica en base a los residuos del frigorífico que hoy estamos mandando a Montevideo”. Según Schneider, “hemos hecho los estudios de cuánto da la vaca de esos residuos útiles y nos da que podría llegar para autoabastecernos de energía eléctrica, lo que hoy es una cuenta con UTE de entre 70.000 y 80.000 dólares por mes”.
La energía generada sería vendida a UTE y luego se le volvería a comprar al ente lo necesario para la planta. “La idea es usar las mismas instalaciones de UTE, en la subestación de Casa Blanca, conectarnos ahí para suministrales la energía”.
Planta de bio gas
Detalló que el proyecto es generar en base a bio gas, y que “la planta, que estaría ubicada al Sur del arroyo El Sauce, es de fermentación. No hay fuego. Son grandes digestores donde se acumula el material, que va liberando gas y va directamente como combustible de generadores eléctricos. En lugar de usar gas oil, trabajan a gas. Son motores muy desarrollados, que los tiene Alemania. Nuestro asesor en estos temas ya viajó a la India y va a ir nuevamente ahora porque en ese país hay muchos residuos; son mil millones de personas, y está desarrollando mucho este sistema”.
Dijo que con los residuos del propio frigorífico “podemos generar más o menos lo que consumimos, alrededor de un mega (mil kilovatios) hora por día. Nosotros faenando normalmente podemos auto abastecernos. El tema es la hora, podemos producir mucho porque se trabaja las 24 horas, eso es continuo. Por eso nos interesa venderle a la UTE y que ella nos venda a nosotros. Por ejemplo, de tardecita y de noche el consumo de la ciudad es máximo, pero no para nosotros, que de noche tratamos de tener el mínimo de actividad porque pagamos ocho veces más la energía a esa hora que de la cero hora en adelante o durante el día. Entonces la idea es suministrar en forma continua a UTE y que ella nos venda lo que precisemos en cada momento. Entonces el precio de compra y el de venta serían similares, y pagaríamos menos que ahora. Y generado con nuestros propios residuos”.
Adelantó que “voy a hacer un viaje a Hamburgo, Alemania, acompañando al Presidente (José) Mujica, donde hay un foro de generación de energía por medios alternativos, porque Alemania decidió prescindir de la energía atómica para generación de electricidad y cerrará sus centrales hasta 2022. Es una política arriesgada pero se basa en que se puede generar de otra manera, con el viento, la madera, el carbón y los residuos, pero no atómica”.
Con los residuos
“Hay dos proyectos diferentes que pueden o no conjugarse. Uno es los residuos del frigorífico de un alto contenido graso para generar biogas. Y el otro es usar, paralelamente y con un procedimiento un poco diferente --porque hay clasificación--, los residuos de Paysandú. De este tema se habló mucho, que una gran empresa americana lo compraría, cada un mes aparece algo. Yo estoy a la orden. Si yo instalo ahí una planta de generación de energía y los residuos de Paysandú están disponibles y me los quieren vender, estoy dispuesto a comprarlos. Pero organizadamente, que se genere una industria de clasificación en serio, nada de familias enteras de hurgadores viviendo arriba de los residuos como está ocurriendo ahora”. Definió la situación como “un problema social, ecológico, y antes era un modelo y lo venían a ver de todos lados porque tenía hasta flores. Eso se perdió, ya no hay más nada de eso, los alambrados están rotos, entra gente con carros y la clasificación funciona de una forma muy primitiva”. Siguió con el tema señalando que “como dice la Intendencia, el vertedero está al máximo de su capacidad, en un año o dos hay que moverse o hacer algo. La idea es que los residuos no vayan en su totalidad al vertedero sino una pequeña parte. El resto o se vende o se genera con esto biogas y con el biogas la energía eléctrica”.
Si bien aclaró que no es esa su base, dijo que “como soy un empresario, y tengo los asesores y la tecnología, y voy a buscar también inversores de afuera, quizás podamos también resolver simultáneamente el problema del vertedero municipal”.

¿Por qué lo hace?
Consultado sobre por qué hace esta propuesta y qué lo motiva a invertir en tierras para un barrio, dijo que “nosotros tenemos un proyecto de pueblo que está a la vista, desarrollando actividades culturales. El pueblo Casa Blanca es diferente, tiene buen nivel, tenemos muy buena demanda por vivir en Casa Blanca donde hasta hoy no hemos tenido mayores problemas ni robos, las condiciones de vida son muy buenas. Y para mantener eso necesito que en los alrededores también esté muy bien”.
Detalló que “me da vergüenza cuando llega un cliente del exterior y me dice que ya se estaba volviendo porque vio tanto plástico y tanto caballo suelto”. Acá hizo un alto y dijo que los caballos “son todos de la Intendencia. Porque si un caballo que está en mi campo ocasiona un accidente me hacen un juicio y lo ganan, porque salió de mi campo. La Intendencia tiene un campo ahí, donde hay no menos de 50 caballos que andan en la calle dando vueltas”.
Con ánimo alto
Dicho esto, siguió argumentando que “no quiero eso para Casa Blanca, y no tiene otro camino para llegar. Es la única forma, y quiero que sea agradable, donde uno vaya llegando a Casa Blanca con el ánimo levantado y no deprimido por la pobreza, la mugre, los plásticos, los cerdos o los perros. No digo nada que alguien desconozca”, afirmó.
Recordó que “yo vivo ahí, así que desde mi punto de vista personal me gustaría que todo esto florezca y sea lindo, y que de San Félix en adelante uno vea campos cultivados o industrias instaladas. Porque las industrias, mal que mal, civilizan. Porque un industrial, hoy en día en Uruguay, tiene que hacer las cosas bien, porque está controlado por la Dinama y un montón de instituciones y entonces las tiene que hacer bien. Quien no las hace bien a veces es el Estado”, dijo.