Nacionales | 27 Ago Los 208 reclusos que mantenían una huelga de hambre en el centro penitenciario Cerro Carancho, en Rivera, suspendieron ayer la medida luego de la visita del coordinador del interior del Instituto Nacional de Rehabilitación, Luis Martinelli. Tres de los presos se habían cosido la boca en forma de protesta.
Luis Martinelli visitó el establecimiento y almorzó con los reclusos para constatar la buena calidad de los alimentos y la suficiencia de las raciones. Al término de la visita se firmó un acta en el cual las partes involucradas volvían a la normalidad. Los presos de la cárcel de Rivera fueron trasladados el pasado mes de abril al nuevo centro creado “con condiciones inspiradas en los mejores modelos del mundo”, definió el jefe de Policía de Rivera, Heriberto Fagúndez. Con el traspaso se limitó el ingreso de comida y se ordenó que todos los reclusos se alimentasen con el menú que proporciona el centro. Los reclusos comenzaron en protesta la huelga de hambre el martes, pero las autoridades no cedieron al reclamo de ingresar comida preparada por “razones de seguridad”. No obstante, Fagúndez aseguró que los visitantes pueden llevarle a los presidiarios fiambres, tortas, yogurt y hasta un pollo y cuatro milanesas por recluso.