Locales | 31 Ago “Este hermoso ferrocarril va a tener que galopear por nuestras viejas vías”, dijo el presidente José Mujica en su discurso el lunes, en la estación Midland de Salto, durante la cumbre presidencial con la mandataria argentina Cristina Fernández de Kirchner. Desnudó así el principal problema que deberán enfrentar Uruguay y Argentina tras la firma del acuerdo marco para la reactivación ferroviaria entre ambas naciones. Si bien es una ventaja tener vías de la misma trocha y que, por ende, son compatibles, el estado de las vías es malo. Mujica así lo admitió al expresar que “tendremos que remendar las vías y tendrán que venir los ferrocarriles de carga y nuestros viejos ferroviarios se tendrán que remozar para manejar esos aparatos y transmitir el oficio a nuevas generaciones y reconstruirnos y recliclarnos”.
Argentina, que llegó a tener una red ferroviaria de 45.000 kilómetros, en la actualidad puede utilizar no más de 18.000 kilómetros, pero el estado de esas vías es tan precario que los trenes apenas pueden circular a 35 km/h. En tanto, Uruguay también abandonó a partir de los años ochenta su red ferroviaria de casi 3.000 kilómetros y en la actualidad es necesario reemplazar y mejorar la mayoría de sus vías, si se quiere cumplir con la meta de volver a tener un servicio comercial de trenes. En el caso de la interconexión internacional, tanto las autoridades uruguayas como las argentinas admiten que una potencial conexión ferroviaria entre Buenos Aires y Montevideo no aspiraría a competir contra otros medios de transporte públicos más veloces, como el barco o el autobús. Sin embargo, consideran que ofrecería una opción más económica para personas con menos recursos. El viaje entre Buenos Aires y Paso de los Toros costará menos de 600 pesos. Pero, por otra parte, una parte clave del proyecto es que los gobiernos aspiran a que la reactivación del tren impulse el turismo regional, de Concordia, Salto y Paysandú. Un elemento clave en la reactivación ferroviaria es la decidida participación de un consorcio privado que tiene a disposición grandes capitales y que además cuenta con experiencia en sector transporte. El Consorcio Metropolitano de Transporte (Cometrans), une a las empresas 4 de Setiembre, Esteban Echeverría, Expreso San Isidro, Transporte Sur-Nor y Turismo la Plata, junto a otros accionistas menores.
Actualmente estas empresas operan tráficos de corta, media y larga distancia, pero el proyecto de reactivación ferroviaria entre Uruguay y Argentina es la primera experiencia internacional.
La división Transporte de Pasajeros de Cometrans tiene como principal empresa a Trenes de Buenos Aires (TBA), que opera las líneas de ferrocarriles Mitre y Sarmiento en el ámbito del Área Metropolitana de Buenos Aires. Esas dos líneas implican el uso de 498 vehículos, 400 kilómetros de red, 96 estaciones y unos 200 millones de pasajeros por año. Para la explotación de la línea internacional, Cometrans, a través de TBA, se unió a las estatales AFE y a la argentina Operadora Ferroviaria Sociedad del Estado (Sofse).
Fernández de Kirchner dijo en Salto que al reactivarse el transporte ferroviario binacional se hace imprescindible “poner mucha fuerza, colaboración y cooperación entre todos, para ayudar a que se preste el mejor servicio y especialmente para que no terminemos siendo funcionales a los intereses de quienes quieren desmontar esto que conviene a los pueblos y a las sociedades”.