Locales | 28 Ago El empresario propone hacer “algo productivo, que implique dar mano de obra con una inversión que estaría en el orden de los dos millones de dólares y paralelamente ver cómo esa gente que hoy está ocupando la zona entre el vertedero y Casa Blanca se regularice, que los ladrilleros hagan un contrato con la Intendencia, y ver si entre la otra gente hay familias que reubicar, y en ese caso la empresa está dispuesta a darle esos terrenos. No sería en Casa Blanca, pero se puede comprar un predio por ejemplo en San Felix. Todo lo hemos conversado con la Intendencia hace unos meses, y estamos con la mejor buena voluntad para llevarlo a cabo”.
Dijo que ahora “la Intendencia está limpiando el predio donde no hay gente, se va a hacer algún cultivo para ir mejorando la zona y sobre todo despejándola, quitando monte”. Dijo que si bien la Intendencia “está de acuerdo”, aún “no sabe cómo hacerlo, porque tiene algunas limitaciones. De todas maneras el predio es responsabilidad de ellos, nunca lo limpiaron, nunca hicieron nada”.
Schneider aclaró que “no le quiero achacar a esta intendencia, pero ya lleva un año de gestión y hay mucha intención de hacer cosas, pero sé que los años pasan rápido y los tiempos de los políticos son primero electorales, luego post electorales y al final pre electorales. Y en el medio hay un año o dos que se gobierna. Lo digo medio en broma, pero todos sabemos que es así, y que a veces para el Estado es difícil hacer las cosas. Y lo único que le pido al Estado es que ayude para que eso se civilice, que haya casas decentes, para que haya una industria y dé trabajo”.
“hay de todo”
También se refirió a la situación social de esa zona suburbana. “Hay de todo, gente muy bien y otros no tanto. Yo tengo un termómetro en la escuela de Casa Blanca, donde son 170 alumnos, y hasta hace poco 40 o 50 eran de esa zona del asentamiento. Y hay mucha gente que vive ahí porque el sistema uruguayo es tan burocrático que para acceder a una vivienda mejor se va al monte y no paga nada, ni contribución”.
Lo que Schneider propone es “comprar un terreno y urbanizarlo, y que la gente sea propietaria”. Además, dice que “algunos pueden trabajar con nosotros en el frigorífico o en este nuevo proyecto, estoy abierto a todo porque soy consciente de la diversidad de situaciones que se dan, hay familias bien constituidas que viven ahí que no tienen donde vivir, trabajan todo el día y los chicos van a la escuela. Ya tengo familias rescatadas de ahí, que les di un terreno y les di trabajo. Una familia con siete hijos que está construyendo su casa en un terreno que le dí al lado del club, ya tiene su huerta, el hombre hace changas, la mujer trabaja en el frigorífico, los chicos van a la escuela y son bien educados. En ese lugar hay de todo, gente muy recuperable y gente que ni siquiera han perdido los valores, simplemente viven ahí por alguna razón económica, de trámites o de dificultades”. Agregó al respecto que “hay gente muy bien y que no son negativos para la sociedad. Lo negativo es que se crien los hijos en esas condiciones”.
Hacer y no hablar
Se mostró preocupado porque “como hemos visto en otro lado, que lentamente los políticos van poniendo carteles en los ranchos, y después aparece la luz y el agua, aunque no aparece un sistema de drenaje o cloacal. Pero son seres humanos, no son bestias. Tampoco son delincuentes, que tal vez los habrá, pero creo que esos ya se fueron cuando se empezó a limpiar, que hubo una pequeña migración. Al no haber más monte, los escondrijos desaparecen”. De todas maneras, dijo que “yo voy por allí a caballo, y a veces voy a pie y nunca sentí una peligrosidad. Pero la intendencia me informó que hay gente que va solamente de noche, y ahí está cerca del río. Puede estar la pesca, la caza, pero también el bagayo o el tráfico de drogas. Todos sabemos lo que es eso, no hay que engañarse. Y para cambiar algo hay que conocerlo, y buscar soluciones pero no hablar de ello todo el tiempo”. Aclaró que “esta entrevista la hago con cierta reticencia porque me gusta hacer, no hablar. Pero por otro lado es bueno que la opinión pública, a través de EL TELEGRAFO, sepa que hay un proyecto de generación de energía y un proyecto de mejorar la situación social de toda esta gente que quiera acogerse a un sistema razonable de trabajo y auto construcción”.
Mientras el empresario proporciona el terreno, espera que la Intendencia o el Ministerio de Vivienda utilicen “algunos programas para gente de bajos recursos con materiales para la casa. El Estado podría eso, nosotros compraríamos un terreno que sea urbanizable, que esté en condiciones, alto, cerca de la ciudad y que en el día de mañana sea un barrio más”.