El jueves En salto

Policiales | 03 Sep Un voraz incendio en una humilde construcción de madera en la zona del Club de Polo cobró la vida de dos jóvenes montevideanos que ocasionalmente se encontraban en Salto. Los muchachos habían arribado a una chacra salteña para realizar trabajos de pintura en un salón para fiestas --aún no inaugurado-- ubicado a unos 40 metros de donde pernoctaban. Los fallecidos fueron identificados como Pablo Martínez Núñez, de 23 años, y Leonardo Sosa Fernández, de 24, oriundos del barrio Tres Palmas de Montevideo. Según informaron colegas del diario Cambio de Salto, próximo a las 4.30 del jueves el sereno de la chacra emplazada en Avenida Garibaldi casi Costanera Norte, comprobó que el siniestro arrasaba la precaria construcción de madera y chapa de zinc.
De inmediato corrió hasta la vivienda más cercana, a unas cuatro cuadras, en busca de auxilio pero ya nada podía hacerse. Las llamas ocultaban parte de la finca y sólo se veía fuego y humo. Una dotación local de Bomberos acudió al lugar y continuó el trabajo que habían iniciado algunos vecinos de la zona. También llegaron a la escena efectivos de la Seccional Quinta y de Policía Técnica, así como la jueza penal de Segundo Turno, Ivonne Olivera, el director de Seguridad, comisario inspector Juan Pintado, el director de Coordinación Ejecutiva, Inspector mayor Hugo Zanotta y la forense Wendy Zelayeta.
Una vez extinguidas las llamas, los efectivos ingresaron al recinto para ubicar y extraer los restos calcinados de ambos moradores. En la morgue hubo dificultad para identificar qué restos (totalmente reducidos) pertenecían a cada víctima.
El sereno del predio privado declaró a la Policía que los muchachos vivían en la precaria vivienda y habían llegado a la chacra para realizar trabajos de pintura en el salón para fiestas. Las dimensiones de la humilde construcción se estiman en cinco por cinco metros y estaba compuesta de un alero y dos habitaciones, una de ellas –que funcionaba como estar-- provista de estufa a leña construida de material y la otra usada como dormitorio.
Esa noche los jóvenes habían pedido al hombre un poco de leña para encender la estufa y se presume que una chispa alcanzó una de maderas de la casa, originando el incendio. Murieron intoxicados con monóxido de carbono y sus cuerpos fueron completamente consumidos por el fuego.