Nacionales | 31 Ago “Quiero sentirme útil”
El economista Javier de Haedo tiró la toalla. Luego de ser candidato de Alianza Nacional a la Intendencia de Montevideo y primer suplente del senador Jorge Larrañaga, abandonó la política activa porque prefiere “ocupar el tiempo” en una actividad donde se sienta “más útil”.
De Haedo aclaró a El País que su decisión no tiene relación con sus diferencias con Larrañaga, suscitadas en diciembre pasado cuando el Senado aprobó el ingreso de los escribanos al Fonasa y la eliminación del Sistema Notarial de Salud a partir del 1° de julio de este año. Esto generó un quiebre en la relación política de ambos y, tiempo después, De Haedo comunicó a la secretaria de Larrañaga que no deseaba ingresar más como su suplente.
“Yo soy algo políticamente incorrecto y la política es muy políticamente correcta”, dijo al matutino. De Haedo decidió ahora “abrir un paréntesis por tiempo indeterminado de la actividad partidaria”. “En lugar de trabajar en algo en lo que no me siento cómodo prefiero ocupar todo mi tiempo en algo que me gusta, que me resulta útil y donde sí me sienta útil”, admitió.
“Yo me había involucrado en la política con intensidad en 2009, encarándolo como una relación de largo plazo. Lo hice pensando en que podría contribuir a una mejor calidad de la política, quizá con una ilusión desmedida y poco realista”, lamentó. “Hoy no soy tan optimista como entonces”, añadió.
“No firmo y no me callo”
Colorados y nacionalistas dejaron tranquilos --temporalmente, claro-- a los frenteamplistas y se enfrascaron en una discusión política, como en los viejos tiempos. El cruce tiene como centro la campaña de recolección de firmas para convocar a un plebiscito sobre la imputabilidad penal de los menores. Los protagonistas de esta polémica son el ex presidente Julio María Sanguinetti y el líder de Alianza Nacional, Jorge Larrañaga.
Larrañaga, que no la respalda, escribió una columna el pasado domingo 28 en El País titulada “No firmo y no me callo”, en la cual expresó sentirse “agraviado y descalificado” por Sanguinetti cuando éste lo criticó en el semanario colorado Correo de los Viernes por no apoyar la campaña. “Yo no firmo, tampoco me callo. Y mucho menos avalo la política de seguridad del actual gobierno. El no estar de acuerdo con el intento de reforma no nos convierte en defensores del gobierno, como simplista y aviesamente se nos quiere presentar”, escribió. Agregó que la crítica a su postura política “confirma motivaciones electorales”.
“Su actitud no es la mejor”
Y, ni lerdo ni perezoso, Sanguinetti le respondió por la misma vía. En una carta enviada al matutino, el ex presidente lamentó que Larrañaga no haya entendido su razonamiento. “Mi preocupación es que el gran espacio opositor no actúe con armonía y coordinación, cuando el campo es cada día más fértil por la confusión ideológica del Frente Amplio. No era un planteo personal, ni una posición electoral, cuando mi actividad política está referida al debate de ideas y no a expectativas proselitistas”, indicó.
“Simplemente era --y es-- la preocupación de que no nos ocurriera lo de Argentina o lo que ya nos pasó en la última elección, cuando los dirigentes colorados fuimos sin excepción a votar al Dr. Lacalle --con mucho gusto-- y luego no se ganó porque en el camino se extraviaron algunos miles de votantes que resultaron decisivos. Puede volver a ocurrir con colorados frente a un candidato blanco o a la inversa, ciudadanos blancos con un candidato colorado, o aun votantes frentistas desencantados --que los hay-- y que obviamente cambiarán de opción solamente si ven una alternativa válida y coherente”, analizó.
Y le respondió a Larrañaga que no comparte su posición: “Su actitud no es la mejor cuando la mitad de su partido y todo el Partido Colorado están en la otra, en un tema que sacude profundamente a la sociedad”.
Rebelión comunista
El Partido Comunista se rebeló otra vez y decidió no acatar las resoluciones de la bancada. Los comunistas ratificaron en la Mesa Política del Frente Amplio la resolución del Comité Central del fin de semana, por la que no se reconoce a la bancada parlamentaria como ámbito de la orgánica de la coalición.
Según informa La República, los delegados comunistas advirtieron que los mandatos imperativos solo serán reconocidos por el sector cuando se adopten en los órganos de dirección y no en la bancada. Para el secretario general del partido, el senador Eduardo Lorier, la bancada “no integra la orgánica” del Frente Amplio sino que es un ámbito del gobierno. Señaló que “la bancada es un órgano del gobierno, no es de la fuerza política”. El Comité Central del Partido Comunista fijó su posición respecto al debate que se procesa en el Frente Amplio sobre la forma en que debe funcionar la coalición. Para el órgano de dirección, los temas de mayor trascendencia política se deben resolver en los órganos de dirección y no en la bancada.