Locales | 30 Ago SALTO, 29 (Por Enrique Julio Sánchez). Cuando a las 18.06 los presidentes de Uruguay y Argentina, José Mujica y Cristina Fernández de Kirchner se asomaron a la puerta del vagón en que la presidenta argentina había viajado desde la estación Ayuí, en las cercanías de Concordia, el júbilo de los presentes estalló en aplausos, vítores, cánticos y bombos. Mujica la recibió en la estación Midland. Ella de elegante vestido negro con top en crochet y botas largas también negras; él de camisa blanca, buzo negro, pantalón jean y saco cuadrillé gris y blanco. Sonrieron y levantaron sus brazos, respondiendo a esos vítores.
El presidente uruguayo fue acompañado por el vicepresidente Danilo Astori y varios ministros, entre ellos Luis Almagro, Enrique Pintado y Héctor Lescano. A la presidenta argentina la acompañaron el gobernador entrerriano, Sergio Urribarri, y los ministros Julio De Vido y Héctor Timerman. También estuvieron presentes los embajadores de Uruguay en Argentina y de Argentina en nuestro país, Guillermo José Pomi Barriola y Dante Dovena.
Cientos de personas los esperaban desde alrededor de las 15, cuando el fuerte sol de una tarde disfrazada de primaveral golpeaba con dureza. Los argentinos, especialmente desde Concordia, llegados con la intención de apoyar la reelección de Fernández de Kirchner, del gobernador Sergio Urribarri por la línea del candidato a senador Enrique Cresto. Los uruguayos, salteños en general, con banderas del Frente Amplio, pero también con pancartas reivindicando demandas de los ex trabajadores de Salto Grande y de jubilados pidiendo 12.000 pesos de pago mínimo.
Dentro de un trapezoide rodeado de barreras de hierro, alrededor de 250 autoridades comenzaron a reunirse desde las 16.30, esperando con paciencia el arribo de los mandatarios del Plata, para el acto en que se firmó el convenio marco para la reactivación ferroviaria entre Uruguay y Argentina. De Paysandú asistieron el intendente Bertil Bentos y los diputados Miguel Otegui y Gustavo Rombys.
A ambos costados, los sectores para la prensa uruguaya y la argentina. En el centro, un gran escenario, dispuesto justo delante de la vía por la que pasadas las 18 arribó “El tren de los pueblos libres”, un “nombre muy artiguista” como diría Fernández de Kirchner, el mismo que desde setiembre unirá ambos países, primero en etapa de prueba y posteriormente de modo regular. Fue una tarde donde quedó claro que los hermanos están unidos, aunque se recordó los años de enfrentamiento. Fue una tarde donde los abrazos y las sonrisas fueron la mejor forma de comunicación. Fue una tarde en que dos países reanudaron un servicio de uso público de primordial importancia, el servicio de trenes de pasajeros, acompañado por un sistema de trenes de cargas.
La inauguración se respaldó en la firma de un acuerdo binacional suscripto por el ministro de Transporte y Obras Públicas, Enrique Pintado y el ministro de Planificación Pública y Servicios de Argentina, Julio De Vido.
Y fue aplaudida por todos, uruguayos y argentinos de a pie, así como por autoridades de ambos países. “La parafernalia”, como lo definió el presidente uruguayo con su particular estilo. Esta vez, entre hermanos.