Paysandú, Jueves 08 de Septiembre de 2011
Locales | 07 Sep En los próximos días se realizará la tercera campaña de monitoreo de calidad de agua iniciada por la Intendencia en seis arroyos y el río Queguay, aunque hasta ahora no se ha hecho análisis de presencia de agroquímicos, puesto que el laboratorio de la Intendencia no posee capacidad analítica, OSE informó que no tiene posibilidades operativas de realizarlo, el MGAP aún no ha contestado y el presupuesto requerido por el LATU está a estudio.
Bajo el nombre “Programa de Control de Calidad de Aguas Superficiales”, el relevamiento de muestras en los cursos de agua comenzó el pasado 7 de febrero e incluye el monitoreo con frecuencia estacional, de variables de campo (oxígeno disuelto, PH, conductividad, salinidad, temperatura y sólidos disueltos totales) y de laboratorio (nitritos, nitratos, nitrógeno amoniacal, nitrógeno total, fósforo total, fósforo reactivo y clorofila), en un total de 14 sitios, sobre seis arroyos del departamento: Negro, Rabón, Sacra, San Francisco, Malo y Guaviyú; y los ríos Queguay Grande y Queguay Chico.
Por ahora, los análisis no incluyen la búsqueda de sustancias contaminantes contenidas en agroquímicos ya que el laboratorio municipal no cuenta con capacidad analítica como para hacer ese tipo de estudios que en nuestro país sólo realizan el MGAP, OSE y el LATU.
El presupuesto anual que cobra el LATU para el análisis de 56 muestras --14 por cada una de las cuatro campañas de monitoreo-- es de aproximadamente 110.000 pesos uruguayos y la contratación de este servicio parecería ser la única alternativa que posee la Intendencia para saber si estos cursos de agua están siendo afectados por el uso de agroquímicos en la actividad agrícola del Departamento.
Los demás aspectos del monitoreo están realizándose en coordinación con la Dirección Nacional de Medio Ambiente que, en 2007, lanzó el programa de evaluación de calidad de aguas, oportunidad en la que se convocó a las intendencias del país a integrarse.
El trabajo que se viene realizando se basa en el concepto de cuenca para ver el estado de calidad de aguas en la desembocadura y proximidades de las nacientes. Es decir, se toma una muestra aguas arriba y otras agua abajo, representativas de la actividad productiva que se desarrolla sobre el curso de agua. En el caso del río Queguay, se realizan monitoreos en la zona de Rincón de Pérez de forma de contar con una línea de base de la calidad de agua antes de su ingreso al Sistema Nacional de Áreas Protegidas.
La instrumentación de este programa ambiental tiene como propósitos “proporcionar herramientas a la Intendencia, en tanto planificador, que le faciliten la evaluación de las opciones de desarrollo bajo su consideración, en el sentido de que sean ambientalmente adecuadas y sustentables, y que toda consecuencia ambiental adversa sea reconocida pronto en el ciclo del proyecto y tomada en cuenta para la mitigación de la misma”, además de “suministrarle, en tanto receptor de los reclamos de los vecinos, el conocimiento de la calidad del agua de los cursos del Departamento, que le permitan ante eventos de contaminación o signos de degradación, adoptar las medidas que fueran eventualmente necesarias y mantener informada a la población respecto de este aspecto tan sensible”.
Otro de los objetivos es desarrollar un mecanismo formal para la coordinación entre las diferentes reparticiones municipales y con los organismos nacionales con competencia en la preservación del ambiente, así como para tratar las preocupaciones de los grupos afectados y organizaciones no gubernamentales locales, además de aportar al fortalecimiento de la capacidad ambiental del país.
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