Rurales | 02 Sep El ingeniero agrónomo Diego Cortazzo se desempeña como nuevo técnico del Instituto Plan Agropecuario para el departamento de Paysandú, ocupando el cargo que hasta hace pocos días desempeñaba el ingeniero agrónomo Marcelo Pereira, técnico sanducero que está a cargo actualmente del proyecto de seguimiento forrajero satelital que lleva adelante la institución.
Cortazzo es nacido en Montevideo pero desde hace cuatro años que reside en nuestra ciudad. Accedió al instituto a través de un concurso para cubrir el cargo de técnico de la regional Litoral Norte para el departamento.
Trabajó en la cátedra de bovinos de carne de la Estación Experimental “Dr. Mario A. Cassinoni” (Eemac) de Facultad de Agronomía, como ayudante de la investigación que lleva adelante el ingeniero agrónomo Álvaro Simeone. También se desempeñó en algunos proyectos y experimentos en el sector privado.
Su trabajo hasta ahora se ha basado en la invernada, suplementación y recría, pero también abarcando diferentes tipos de productores en la fase privada, de diferente tamaño de explotación, “lo que me ha permitido ver un amplio espectro de productores y volcar esos conocimientos a los productores desde el Plan Agropecuario”, indicó a EL TELEGRAFO.
Proyecto
Marcelo Pereira trabaja actualmente con un cargo similar al que tenía pero con funciones diferentes a nivel nacional, encabezando un proyecto que cruza todas las regionales y los departamentos del país, referido al seguimiento forrajero satelital.
“Hoy trabajamos con 18 predios ganaderos que han ingresado a este proyecto. El desafío no es probar si esta herramienta --que nos permite tener en tiempo real el crecimiento potrero por potrero de las diferentes tipos de pasturas que tiene el establecimiento-- funciona o validarla, sino incorporar la herramienta a la toma de decisiones diarias que hace el productor”.
Aclaró que el mismo se desarrollará “durante 2 años, y si funciona, hacerlo accesible a todos aquellos productores que están interesados”.
Aclaró que es un proyecto de extensión “bastante importante. Se corre el riesgo de que el productor tenga esta herramienta y no la use, por lo que nuestro desafío es que los productores puedan tomar decisiones basados en esta herramienta objetiva de un potencial muy grande”.
Sostuvo que “hace un buen tiempo que el Plan Agropecuario trabaja en un monitoreo de pasturas a nivel regional, cortando pasto con jaula de exclusión, un mecanismo que da mucho trabajo, que sale mucho dinero y no deja de ser un muestreo que abarca muy pocas áreas”.
En contacto con el laboratorio de detección de la Universidad de Buenos Aires, “conocimos esta herramienta y se aplicó en un proyecto de FPTA, junto al Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), el Plan Agropecuario y Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires”, dijo.