Guichón

Locales | 10 Sep La alcaldesa de Guichón, Dra. Lourdes Suárez, rechazó enfáticamente las acusaciones de persecución que formulara la funcionaria Ana Sosa, recientemente designada delegada sindical de la Asociación de Empleados y Obreros Municipales (Adeyom), y destacó que a la vez la funcionaria no dijo la verdad respecto a que fue “impedida de salir del baño” por el capataz.
Ello es así –explicó- por cuanto el baño estaba cerrado con llave al no encontrarse el sacerdote que lo abre, y que a la vez esta funcionaria en caso de necesidad tenía baños municipales cerca, a menos de una cuadra.
Reafirmó que en realidad la funcionaria se encontraba fuera de su lugar de trabajo por su propia voluntad, y que en ningún momento fue objeto de persecución, como denuncia, sino que todo indica que trata de cubrir una falta en su tarea tratando de darle otra proyección para obtener el respaldo del sindicato.
Asimismo, subrayó que los funcionarios del municipio guichonense están levantando firmas y ya llevan recogidas más de 80 entre 130 dependientes –cuando faltan algunas dependencias-- en respaldo de los dos funcionarios de su confianza que fueron destituidos de Adeyom por las denuncias de determinados funcionarios, pero sin que a la vez el sindicato haya escuchado la posición de la alcaldesa.
Manifestó Lourdes Suárez que “me preocupa como alcaldesa que se digan tantas inexactitudes”, y destacó que en realidad la funcionaria “se encontraba en un patio interno de la parroquia y su material de trabajo, carretilla, pala, escoba, estaba dentro del galpón”. Recordó que --como la mayor parte del personal de servicio-- ya había barrido calles en anteriores oportunidades y que había estado trabajando en el centro de barrio por decisión de la propia alcaldesa.
“Pero como faltó la funcionaria que ayudaba a barrer la calle, por un problema en su mano con certificación médica, la elegimos a ella porque si no teníamos que traer personal de las termas y tampoco nos sirve sacar gente de otros servicios, por lo que la trajimos transitoriamente, teniendo en cuenta que es una funcionaria F1, es decir escalafón mínimo de servicio”, explicó.
Rechazó terminantemente que se haya “amenazado” a esta funcionaria, “nos retiramos y al rato ya nos llaman sobre la denuncia formulada por el gremio a la secretaría del intendente”, a la vez de descartar que haya persecución porque se observe a una funcionaria que está fuera de su lugar de trabajo “y no hizo lo que el capataz le había asignado”.
“A nosotros nunca nos dijo que había ido al baño, sí lo hizo en la denuncia, pero no se dio cuenta que el baño no funciona. Estaba cerrado con llave y el sacerdote estaba en Salto, por lo que ese baño solo se abre en caso de eventos o acontecimientos especiales”, subrayó la alcaldesa.
Indicó que tiene “muy buena relación con los funcionarios municipales, que están haciendo una muy buena labor, respondiendo a las tareas que se les ha asignado y ‘con la camiseta puesta’”, aunque naturalmente siempre hay alguna excepción.