Paysandú, Sábado 17 de Septiembre de 2011
Policiales | 14 Sep Una familia sanducera perdió la mayoría de sus pertenencias tras sufrir la devastación de las llamas en un incendio causado por el hijo más pequeño --de tres años-- que manipulaba un encendedor, en una finca en Lucas Píriz casi Dr. Felippone.
El hecho ocurrió minutos antes de las 8, ocasión en que el matrimonio compuesto por Pablo Cabillón, de 33 años, y Virginia Pérez, de 30, se encontraba durmiendo, al igual que sus cuatro hijas: Luciana, de 15, Estefany, de 12, Fátima, de 7, y Erica, de 5. En tanto, el menor, Pablito, estaba despierto y aparentemente jugaba con un encendedor en el dormitorio de sus hermanas.
Según dijo Cabillón a EL TELEGRAFO, fue alertado del incendio por una de sus hijas: “se despertó, vio que el ropero de ellas estaba prendido fuego y vino a nuestro cuarto a avisarnos diciendo que había mucho humo”.
“Cuando fui al cuarto vi que el ropero era una bola de fuego, imposible de extinguir. Así que sólo atinamos a sacar a las nenas de ahí directo para la calle. Además enseguida se llenó todo de humo negro y era imposible permanecer o intentar apagarlo. Cuando salimos le pedimos ayuda a una vecina para llamar a los bomberos. Habrán demorado como mucho diez minutos, lo cual hay que destacar, pero cuando llegaron se había extendido muy rápido, así que las pérdidas ya eran casi totales”, explicó.
El fuego consumió una sala grande donde se encontraban las camas de las niñas, el baño y la cocina. Además perdieron a su mascota, un perrito que quedó bajo una de las camas. “Imposible entrar por el humo y el fuego, el perrito quedó adentro”, dijo. En tanto, el dormitorio del matrimonio (donde dormían junto a su hijo más pequeño) pudo ser aislado de las llamas.
Consultado respecto al origen, Pablo precisó que “estamos casi seguros que fue Pablito jugando con fuego, porque ya lo teníamos medio penado con que no debía hacerlo, pero muchas veces los niños no hacen caso”.
“Más allá de saber cómo se originó, tenemos que agradecer que a ninguno de nosotros le pasó algo. Las cosas materiales vienen y van”, reflexionó.
Asimismo, la familia Cabillón se encuentra ocupando la habitación que les quedó intacta y vecinos de la zona los auxiliaron prontamente con camas, colchones y ropa de cama. “Agradecemos la ayuda de la comunidad sanducera, porque no nos quedó casi nada. Más que nada ropa para los gurises, los mayores nos arreglamos, lo importante son nuestros hijos”. Por su parte, las donaciones y ayudas se pueden hacer llegar a la casa de la familia en Lucas Píriz 1563 o bien comunicarse al celular 098772220.
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