Deportes | 16 Sep Luego de que se diera a conocer el audio de una entrevista en la que la boxeadora brasileña Adriana Salles denunciara que un brasileño que vive en Bahía la contactó por Facebook para ofrecerle una pelea ante la sanducera Cecilia Comunales en Uruguay, pero siempre y cuando perdiera, las aguas parecen haberse calmado más allá de que la denuncia sigue dando vueltas en el ambiente.
Más todavía cuando se indicó desde el programa radial capitalino en cuestión que la pelea en la que la sanducera logró el título mundial Ligero de la Organización Universal de Boxeo en enero de este año, en Punta del Este, también habría estado arreglada.
Lo que está claro es que, con todo esto, con denuncias incomprobables, el único que pierde es el boxeo, que con el paso de las semanas ve como su imagen y credibilidad es cascoteada sin piedad.
En el caso de esta última perlita largada a la calle, se trata de algo que supuestamente habría sucedido a través de Facebook, con todo lo que ello significa. Y, si llegara a ser verdad, es tan molesta esa situación como el hecho de que se mantuviera la denuncia bajo sombras durante varios meses, perjudicando a la investigación que podría haberse llevado a cabo. Pero este tipo de acusaciones son complicadas de probar. Al punto que nadie se atreve a decir, por más que se presuma, que tal o cual pelea estuvo arreglada (desde el amateurismo hasta el más alto nivel profesional). Más allá de que haya resultado extraño el desarrollo del combate o que las tarjetas resulten escandalosas al dar ganador al que visiblemente perdió el combate.
Adimilson Vasconcellos Da Cruz, el brasileño a quien Salles señaló como el responsable del ofrecimiento por Facebook de 3.000 dólares para venir a perder con Comunales, habría iniciado una demanda judicial a la boxeadora por difamación, en tanto se dijo que llegaría a Uruguay en los próximos días con el mismo objetivo. Al parecer, habrá un segundo round.