Nacionales | 14 Sep La Intendencia de Rocha derribó ayer veinticinco ranchos en la costa de Punta del Diablo, por lo que restan cuarenta y cinco más para terminar la demolición. Tras la suspensión el lunes por las protestas de los vecinos, en la mañana de ayer comenzaron los trabajos de demolición de setenta viviendas en las costas de Punta del Diablo.
A las 7.30 cayó el primer rancho. Cinco minutos más tarde, las maquinarias destruyeron la segunda casa. La Policía, que desplegó unos cincuenta efectivos con apoyo de Prefectura luego de lo ocurrido el lunes, se enfrentó de todas formas a algunos momentos difíciles. En uno de los casos una pareja se negó a abandonar la vivienda. Primero resistieron subidos al techo y luego desde el interior del hogar. Con la mediación del subjefe de Policía de Rocha, Walter Britos, la pareja decidió abandonar su posición. En otro caso, una persona fue sacada de una vivienda esposada, en medio de gritos, insultos contra el gobierno y llantos. En la tarde, la mujer fue liberada por la Justicia del Chuy. Otro de los afectados por la demolición decidió incendiar su vivienda, pero las máquinas llegaron antes que las llamas consumieran la estructura.
Pese a estos problemas, la operativa se desarrolló con tranquilidad. Y si bien hubo una manifestación como el lunes, al ver que las máquinas avanzaban sobre los ranchos y por el cerco que impuso la Policía, las personas comenzaron a dispersarse. El operativo continuará hoy. Varios camiones ingresarán al balneario para levantar los escombros de las viviendas destruidas.
El prosecretario de la Intendencia, Néstor Rodríguez Burnia, afirmó que la comuna de Rocha “está obligada desde el año 1992, a partir de una sentencia del juez Eduardo Cavalli, a demoler bajo el apercibimiento de una multa diaria (de 20 UR por cada casa)”.