Nacionales | 15 Sep La economía se desaceleró en el segundo trimestre de 2011, aunque el Producto Bruto Interno (PBI) aumentó 4,8% en relación al mismo período del año pasado, según datos oficiales divulgados que sorprendieron a los analistas. Por otra parte, éstos pronostican inflación de 7,54% para este año.
En el primer trimestre de 2011 el PBI había aumentado 6,8% con relación a igual lapso de 2010. En comparación al trimestre anterior, el PBI avanzó 0,5%, según el informe trimestral de desempeño económico del Banco Central, que destaca que pese a que continuó el crecimiento se nota “una cierta desaceleración en la mayoría de los sectores. El incremento del PBI de 4,8% en términos interanuales se explica, desde la perspectiva del gasto, por el crecimiento experimentado por la demanda interna (11,9%) contrarrestado en parte por el efecto del saldo neto de las transacciones con el exterior”, explica el informe.
En volumen físico, las importaciones crecieron 16,8% en relación al trimestre anterior, mientras que las exportaciones cayeron 4,4%, lo que determinó un saldo negativo en el volumen de las transacciones de bienes y servicios con el exterior. El informe atribuye la caída en las exportaciones de bienes a las menores ventas de productos cárnicos y de productos de origen agropecuario. En cambio, crecieron las exportaciones de servicios, en particular los vinculados al turismo.
Los datos sorprendieron a los analistas. El crecimiento “fue bastante menor de lo que nosotros proyectábamos y entonces estamos revisando a la baja nuestras proyecciones para el crecimiento de 2011”, dijo a la AFP el director del Departamento de Análisis de Coyuntura Económica de la consultora Oikos, Pablo Moya. La consultora preveía un crecimiento cercano al 1% en relación al trimestre anterior, en vez del 0,5% registrado. Ahora “seguramente estemos ajustando en un punto o algo más las previsiones iniciales del 7%” anual, dijo. En 2010 la economía creció 8,5%.
Moya destacó que el principal desvío en las proyecciones tiene que ver con el sector agropecuario. “No esperábamos un desempeño tan pobre del sector. Entendemos que debe estar vinculado al sector de la ganadería, que no ha tenido una buena actividad de producción y eso debe haber impactado en la producción en general”, explicó.
El economista Ramón Pampín, de la consultora PricewaterhouseCoopers, coincidió en que la desaceleración los sorprendió y que ahora será difícil que el país pueda crecer 6,5% en 2011, como preveía la consultora. “Vemos que está instalada una desaceleración importante de la industria manufacturera, la caída de la construcción, una caída del comercio, restaurantes y hoteles también. En ningún caso hay un sector que acelere o mantenga su crecimiento”, observó. “La producción de carne es importante y venimos con ciertas debilidades”, añadió.
Según Pampín, también incidió “la importante desaceleración de la formación bruta de capital fijo o la incorporación de bienes de capital. Eso está muy ligado a las expectativas de los empresarios, por lo que puede ser muy volátil, más allá de que seguramente los empresarios estén viendo nubarrones negros por el contexto externo y por derivaciones del contexto interno, porque somos una economía que depende mucho de lo que pasa afuera”, sostuvo. No obstante, tanto Moya como Pampín estiman que el dato del segundo trimestre aún no refleja plenamente el impacto de la crisis financiera internacional. “Me da la sensación de que todavía no incorporamos plenamente el efecto del shock externo porque se está produciendo y todavía no finaliza, no sabemos la magnitud de lo que va a ser”, indicó Pampín.
Por otra parte, los analistas, bancos y fondos de ahorro previsional (AFAP) prevén una inflación de 7,54% este año, un pronóstico levemente mayor al 7,50% de agosto, según la Encuesta de Expectativa de Inflación de setiembre difundida por el Banco Central. El Índice de Precios al Consumo (IPC) aumentó 0,56% en agosto y acumula una subida de 6,09% en lo que va del año. En tanto, en los últimos doce meses alcanza 7,57%, según datos del Instituto Nacional de Estadística. En relación al 2012, los analistas ajustaron al alza su previsión de inflación, que pasó de 6,85% a 7%.