Locales | 17 Sep Personal de la Dirección General del Departamento de Obras retomó ayer el trabajo de limpieza y profundización de zanjas y pluviales, así como sangradores de la zona del barrio Los Alamos, en Dr. Roldán y Antonio Estefanell, el que hace unos diez días resultara afectado por desbordes generados por aguas de lluvia en el área del arroyo La Curtiembre.
El director general de la citada dependencia, Flavio Fuccaro, explicó a EL TELEGRAFO que se trata de “dar cumplimiento a trabajos que habíamos comprometido, para lo que hemos traído excavadoras de banda, a efectos de complementar la limpieza que iniciamos ya al otro día del que se manifestaron los problemas en esta zona”.
Expuso que en la víspera limpiaron “una parte de la boca de la entrada y este sábado contaremos también con la colaboración de la empresa Espina, incluyendo trabajos en el curso del arroyo para superar algunas situaciones que obstaculizaban que las aguas corrieran, lo que genera remansos que posibilitan desbordes, teniendo en cuenta que hay desmonte de tierra para construir ladrillos”.
“La conjugación de todos estos elementos hacía que el agua subiera de nivel y en la última oportunidad el agua llegó a las viviendas no por la subida del arroyo La Curtiembre, sino por el aporte de agua desde las calles Dr. Roldán y Roldán Vieja, porque además había lugares donde la cuneta se cortaba abruptamente, generando una retención que comprometía la situación de casas que están por debajo del nivel de la calle”, indicó el director general de Obras.
“Debemos tener en cuenta que cuando no hay un sistema adecuado y la aguas buscan su desagote natural en el arroyo La Cutiembre, se dan este tipo de desbordes”, destacó Fuccaro, al tiempo de señalar que con otra retroexcavadora “se limpió la otra alcantarilla, la de Roldán nueva, de cuatro bocas, de muy buen caudal, donde lamentablemente también se deposita basura que vecinos desaprensivos arrojan a las aguas del arroyo”, acotó Fuccaro.