Nacionales | 19 Sep “Luces amarillas”
Los comunistas consideran que es momento de poner las barbas en remojo en vista de los resultados de una encuesta que refleja la caída en la intención de voto al Frente Amplio. Para el Partido Comunista, estas cifras deben ser discutidas en la interna de la coalición de izquierda porque no se pueden “desconocer”. La última medición de intención de voto de Factum muestra un descenso del oficialismo, ubicándolo. en 40% contra 24% del Partido Nacional y 11% del Partido Colorado. Sin embargo, los votos que pierde la izquierda son derivados a votos en blanco y anulados. El senador comunista Eduardo Lorier dijo a Últimas Noticias que las encuestas son “luces amarillas” que demuestran la necesidad de hacer una “reflexión” en la interna de cada sector y de la fuerza política. “Es necesario un análisis acerca de las medidas que debemos adoptar para avanzar en la profundización de nuestro programa de gobierno”, sostuvo.
No obstante, enfatizó que si bien las encuestas son “importantes” y “no se pueden desconocer”, su valor es “relativo”. Pero al Partido Comunista le preocupan los potenciales procesos de “desacumulación” que pueda estar viviendo la izquierda en el momento actual. El sector considera que los resultados son insumos para el debate en los organismos frenteamplistas, en especial el Plenario Nacional.
Ven una oportunidad
Los blancos, en cambio, están contentísimos. Los dirigentes del Partido Nacional son optimistas ante el crecimiento que registra su intención de voto. “Hoy el desafiante claro y contundente del Frente Amplio es el Partido Nacional, que sigue creciendo y no tiene techo”, dijo al mismo matutino el senador Jorge Larrañaga, quien aparece en la encuesta de Factum como el candidato opositor con más intención de voto (10%), por encima del colorado Pedro Bordaberry (9%) y el resto de los posibles postulantes.
Mientras que el senador Gustavo Penadés consideró que su partido tiene una buena oportunidad para ganar la próxima elección, siempre y cuando la dirigencia maneje todo “con madurez”. Recordó que su partido se consolida como una alternativa al Frente Amplio en la oposición, al tiempo que pidió serenidad ante el optimismo.
Una oposición “alejada”
Y hablando de los nacionalistas, el senador Luis Alberto Lacalle celebró tardíamente su cumpleaños, donde hubo torta y todo, pero pareció más un acto político partidario. Allí aprovechó la oportunidad para criticar al Frente Amplio y reclamar una oposición lo “más alejada posible” del gobierno. ¿Palo para Jorge Larrañaga? Para Lacalle está bien clara la tendencia histórica “a tender la mano” demostrada por el Partido Nacional, pero advirtió que “para defender” las “propias posibilidades futuras”, la oposición debe estar “alejada” de este gobierno y “marcar su propio camino”. Considera que esto servirá para que “cuando llegue el momento de elegir no haya entrevero, sino dos posiciones distintas y separadas, para que la gente diga: en lugar de esto, esto otro. El Partido Nacional es la opción de gobierno del futuro y tiene que trabajar en función de esto”.
El ex presidente señaló la necesidad de mantenerse distanciados del Frente Amplio: “No necesitan un voto en el Parlamento porque los tienen. Lo que necesitan es alguien que les vaya marcando sus errores, para que los corrijan si los quieren corregir”. “Somos parte de la oposición, no toda pero la principal. Y cuanto más lejos del actual gobierno mejor para ellos y para nosotros. Puede sonar duro, pero la vida política es dura y debe ser clara”, acotó.
“Los días contados”
El ex presidente colorado Jorge Batlle no pierde oportunidad de pegarle duro al Frente Amplio. Ahora aseguró que el partido de gobierno “tiene una contradicción muy profunda de la cual no puede salir” y que su base filosófica tiene “los días contados”. “La dualidad filosófica no sé cuantas horas tiene contadas, pero o cambia o se rompe, eso sin dudas”, dijo Batlle en una sesión especial del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Colorado en Durazno, por los 175 años de la batalla de Carpintería, según publica El País.
“Son tantas y tantas las contradicciones que necesitan un tomo entero”, ironizó Batlle.
Agregó que el Frente Amplio tiene una “contradicción interior” que varios sectores izquierdistas se encargan de marcar “todos los días”. “Por tanto hay una clarísima división ya hacia adentro, del punto de vista ideológico muy fuerte, que va a tener eclosión cuando empiece a bajar el buen humor económico que los valores internacionales le han dado al Uruguay, fundamentalmente en la venta de materia prima”, sostuvo. Para Batlle, pese a su discurso contra el neoliberalismo, el Frente Amplio termina haciendo cosas que en el pasado criticaba: “¿Se acuerdan de las cosas que decían en contra de las implantaciones de la concesión del puerto, de la concesión del aeropuerto, de las fábricas de pulpa de papel, de los acuerdos con Estados Unidos? Todo eso se terminó haciendo”.