Paysandú, Domingo 25 de Septiembre de 2011
Opinion | 24 Sep Recientemente dábamos cuenta desde las páginas de EL TELEGRAFO acerca de la propuesta de la Federación Médica del Interior (FEMI) que apunta a paliar la falta de médicos especialistas en el Interior, que es un déficit crónico en nuestro país y para el que se conjugan varios.
La falta de médicos, particularmente especialistas, en el interior del país, es uno de los problemas más graves que está registrándose en el Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS), y FEMI propuso al gobierno alternativas para encontrar respuestas en el menor lapso posible a esta problemática, apuntando en este caso a que las mismas prestadoras de salud privadas formen a los especialistas.
De acuerdo a lo manifestado a nuestro medio periodístico por el doctor Carlos Cardozo, integrante del Comité Ejecutivo de la Federación Médica del Interior, el ministro de Salud Pública recibió a una delegación de la federación, integrada por varios representantes de los sindicatos y mutualistas médicas del Interior, en una reunión en la que se analizó la problemática de los recursos humanos médicos en el Interior del país, su distribución por localidades y la cantidad de médicos diseminados por el territorio.
En la oportunidad se consideraron propuestas como la ampliación del internado de la carrera de médico en el Interior y particularmente en las pequeñas localidades, así como la creación, en el caso de los posgrados, de las unidades docentes asociadas a la Escuela de Graduados en las instituciones privadas y en ASSE.
Cardozo destacó que en el encuentro con el ministro la delegación interiorizó al secretario de Estado sobre los trabajos de campo que ha realizado FEMI, la que “desde hace al menos siete años tiene evaluada la necesidad de recursos humanos médicos en el Interior y su distribución, y además cómo esto iba a impactar en el desarrollo del Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS) y como ya sabemos, la cantidad de médicos y especialistas que van a faltar en los próximos años”.
Este déficit no es nuevo, por cierto, y seguramente ha estado en conocimiento desde hace décadas de los sucesivos ministros de Salud Pública, solo que nunca se le hincó decididamente el diente porque ha faltado voluntad política, desde que en Montevideo existe resistencia a modificar un statu quo que se realimenta de su propia infraestructura por los atractivos que se ofrecen a los facultativos en oportunidades de trabajo y perfeccionamiento profesional.
De acuerdo al trabajo de la FEMI y la Escuela de Graduados, a partir del 2013 habría “un empeoramiento de la situación”, excepto en el caso de los anestesistas, por cuanto en esta área comienzan a salir más personas graduadas “que el número que se retira”.
Es de recibo el planteo de FEMI en referencia a que la presencia de médicos en las pequeñas poblaciones “no es solo ofrecerle salario al médico, sino un ambiente de contención en cuanto a lo académico y la investigación”. La idea es que el médico no quede aislado y mantenga contactos con la Academia y que tenga “las estructuras materiales necesarias para brindar la asistencia que se requiere, y los mecanismos de comunicación”, lo que a nuestro juicio podría compatibilizarse con el proyecto actualmente a estudio del Poder Ejecutivo y que será presentado al Parlamento, que promueve que parte del internado del último año de Medicina se realice en zonas rurales, con el correspondiente apoyo académico.
El tema de los especialistas tiene otras connotaciones, porque todos sabemos que fundamentalmente en los hospitales de ASSE --pero también en las mutualistas, a partir de que éstas han absorbido buena parte de los pacientes que hacían uso del servicio estatal--, como consecuencia de la reforma de la salud, existen notorias dificultades para que los usuarios obtengan hora para atención por especialistas, porque no se cuenta con los cargos suficientes para atender la sobre demanda.
El punto es que tampoco es atractivo para especialistas trabajar en el Interior, desde que la infraestructura montevideana, con todas sus facilidades y privilegios es un poderoso imán que ha sido determinante para que la gran mayoría de estos profesionales, aunque provengan del Interior, siga trabajando en el ámbito capitalino.
Por lo tanto FEMI plantea facilitar a sus empleados médicos las posibilidades de seguir estudiando y especializarse en los posgrados, con control de la Universidad y un registro regulador, contribuyendo a descentralizar la formación de especialistas.
Estamos por supuesto ante una alternativa positiva a situaciones de hecho que responden a la asimetría crónica entre Montevideo e Interior, y merece ser analizada por lo menos como un elemento complementario a decisiones políticas que deberán adoptarse con vistas a la descentralización y regionalización de servicios, con creación de centros de alta complejidad en el Interior para comenzar por desconcentrar infraestructura de Montevideo, a cuenta de otros avances.
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