Locales | 27 Sep Arribó a Paysandú un convoy de cinco barcazas con 6.200 toneladas de azúcar, en tanto se está cargando otro similar en puerto Murtinho, en el extremo norte de la Hidrovía Paraguay-Paraná, para llegar a Paysandú en octubre, destacó a EL TELEGRAFO el administrador del puerto de Paysandú, Daniel Fernández.
Señaló que en este caso el convoy que trajo materia prima con destino a Azucarlito es impulsado por el remolcador paraguayo “Caballero Blanco”, de una eslora y potencia que duplica a los que llegan habitualmente a nuestras costas, ya con menos barcazas que las que se transportan en la Hidrovía Paraguay- Paraná.
“Tenemos previsto de setenta horas a cuatro días de descarga de este convoy con azúcar crudo y se está cargando la segunda partida de azúcar que arribará en octubre a Paysandú, que en esta oportunidad viene en catorce barcazas más pequeñas, por lo que vamos a tener continuidad en la actividad portuaria junto con las otras cargas previstas”, añadió el jerarca de la Administración Nacional de Puertos (ANP). Consideró asimismo que “esto es generador de trabajo e incluso cuanto más barcazas son se requiere mayor mano de obra, porque hay más gente trabajando en el barrido y estiba, y vamos a trabajar a dos manos, es decir con dos grúas, por el volumen de embarcaciones que vienen en este nuevo viaje”.
El remolcador
El remolcador de bandera paraguaya “Caballero Blanco” es el de mayores dimensiones que ha llegado en los últimos años a Paysandú, desde que cuenta con 43 metros de eslora y once de manga, y su lugar habitual de trabajo es la Hidrovía Paraguay-Paraná, donde empuja convoyes de unas 16 barcazas, en tanto a este extremo del río Uruguay generalmente no se llega con más de cinco o seis. Explicó Fernández que este impulsor tiene el doble de tamaño y potencia que los que llegan habitualmente a Paysandú, por cuanto este tipo de remolcadores suelen llegar solo hasta Nueva Palmira y pega la vuelta, desde que las armadoras los sustituyen por remolcadores más pequeños para remontar el río Uruguay con menos barcazas que las que llegan desde la Hidrovía, a un costo operativo menor. En esta oportunidad, por falta de disponibilidad se debió utilizar el mismo remolcador que en la Hidrovía, y ello explica que haya sido una de las raras oportunidades en que se ve un buque de estas características en el puerto sanducero.