Locales | 26 Sep Aunque no se trata precisamente de un automóvil, varios componentes automotrices forman parte de esta cortadora de pasto artesanal.
Su constructor es Eduardo Genolet, quien explicó que “comencé a construirla en el 2006 y luego de culminado el trabajo y a medida que la utilizaba, le fui llevando a cabo mejoras, ajustando esto o aquello, todo para que pudiera cumplir mejor la tarea”.
Esta cortadora de césped autopropulsada fue construida a partir de un chasis tubular casero, armado con ángulos, lo que la hace muy resistente y firme.
Está impulsada por un motor estacionario Agrale, equipo de norma en el tractor Agrale modelo 4.100. Se trata de un motor de un cilindro de 700 cc diesel, muy confiable.
La tracción en tanto, proviene de una reductora casera y una caja de cambios Chevette de cuatro marchas de baja para trabajar, y de 4 marchas para su desplazamiento. El rodado pertenece a un automóvil Fiat 128, en tanto los ejes fueron acortados para que el chasis quedara de 1,30 metros de ancho, mientras que el ancho que abarca la caja con las tres cuchillas alcanza 1,46 metros.
La caja con las cuchillas, que alcanzan hasta 4.000 vueltas por minuto, baja desde 20 centímetros a cero. Genolet utilizaba el tractor Agrale con las cuchillas para cortar el césped, pero con esta máquina puede hacerlo de manera mucho más veloz, algo así como un hectárea en dos horas y media, con una importante economía de combustible. “Siempre le estamos buscando mayor eficiencia a la hora del trabajo, por lo cual reformamos o adaptamos algún otro elemento que contribuya a ello”, añadió el propietario.
Genolet se dedica a cortar el césped en predios como canchas de fútbol y su mayor mérito radica en haber construido su propia máquina. Un trabajo realizado artesanalmente y en base a la experiencia.