Nacionales | 26 Sep Hasta el 3 de setiembre, veintidós personas fallecieron a causa de la gripe A H1N1, según datos revelados por el Ministerio de Salud Pública (MSP). “A la fecha se han acumulado 192 pacientes, con conformación de influenza A H1N1 pandémica, de los cuales un 37% (72) ingresaron a UCI (Unidad de Cuidados Intensivos) y un 11,5% fallecieron”, se indicó.
De los fallecidos, el 45% sufría de obesidad y el 35% tenía alguna cardiopatía, seguidas por otras enfermedades como diabetes, inmunodeficiencia y enfermedades respiratorias. Mientras solo un 30% no tenía ningún factor de riesgo. La edad de los muertos varió entre los 7 y los 89 años, mientras la media fue de 60 años.
Por otra parte, el 60% de los pacientes con gripe A que fueron ingresados en un hospital no tenían comorbilidad (ocurrencia simultánea de dos o más enfermedades en una misma persona). En este marco, el director general de Salud, Yamandú Bermúdez, indicó que las cifras son superiores al año pasado pero, sin otorgar datos específicos, precisó que la diferencia no es importante. En 2009, cuando la pandemia por gripe A apareció en el mundo, en Uruguay fallecieron treinta y tres personas. Según el director de Salud, dos factores influyeron en esta realidad: una es la aparición tardía y concentrada de las infecciones respiratorias, sobre todo a mediados de julio y agosto. El otro factor y el más importante es la baja tasa de vacunación en los grupos de riesgo (obesos, embarazadas, menores de cinco años, cardíacos, diabéticos, asmáticos, entre otros), donde solamente se vacunaron contra la gripe el 30%.
El 5 de abril comenzó la campaña de vacunación antigripal en Uruguay, priorizando los grupos de mayor riesgo. Sin embargo, solamente se vacunaron tres de cada diez personas objetivo, cuando en el año 2010 se alcanzó la mitad. “Existe una cultura de resistencia hacia la vacuna”, indicó Bermúdez. “Y por eso tenemos que seguir trabajando sobre ella”, añadió. El jerarca estima necesario cambiar la estrategia hacia el año 2012, “depurando los mecanismos para llegar al sector de riesgo”.
Otras maneras de prevenir esta enfermedad es adoptando una serie de medidas de higiene, como el lavado de manos con agua y jabón, o en su defecto alcohol en gel. Esta actitud debe adoptarse sobre todo cuando se retorna de la calle y luego de utilizar elementos como celulares, teléfonos, computadoras, carros de supermercados, entre otros objetos de uso común. También es bueno adoptar este uso en el hogar, antes y después de atender a un enfermo. Además los médicos recomiendan no concurrir a lugares donde haya personas cursando alguna infección respiratoria.