Policiales | 28 Sep La Justicia dejó en libertad a un hombre de 37 años, poseedor de antecedentes penales, quien confesó haber comprado varios objetos a distintas personas, sabiendo que eran producto de ilícitos. Personal de la Seccional Segunda efectuó dos allanamientos en fincas del barrio P3 y una inspección en una del Curupí, donde se presumía que había artículos hurtados. Fuentes confidenciales dijeron a EL TELEGRAFO que en las dos primeras no fue posible constatar irregularidades. En tanto en la tercera, morada de un conocido malviviente, hallaron numerosos efectos de dudosa procedencia. Indagado, el dueño de casa habría admitido su responsabilidad en la adquisición de elementos hurtados por varias personas, incluso menores, de quienes dijo desconocer identidad. Al no poder probar que eran de su propiedad, le fueron ocupados los siguientes elementos: una garrafa de 13 kilos, dos garrafas de 3 kilos, dos televisores de 14 y 21 pulgadas (certificó luego que el de 14 era suyo), un inodoro, una carretilla, dos bordeadoras, varios metros de cable, una masa, un serrucho, limas, llaves de uso mecánico, tuercas, destornilladores, tenazas, varias chapas de cinc, tirantes de madera, un casillero con envases de un litro de cerveza y otras 75 botellas con dicha bebida. Conducido a la comisaría e informado el juez subrogante de Segundo Turno, se resolvió que recuperara su libertad. Luego de cotejarse varias denuncias de hurto formuladas en dicha dependencia, los policías convocaron a los damnificados, algunos de los cuales reconocieron elementos recuperados. Asimismo, otros efectos permanecen en depósito en la Seccional Segunda para ser reconocidos por sus dueños.