Invertirán U$S 110 millones

Locales | 01 Oct En febrero de 2012 comenzará la construcción de la nueva planta de etanol, alimento animal y generación eléctrica que ALUR, en sociedad con una empresa española, desarrollará en el predio de Ancap al Norte de Nuevo Paysandú con un costo de 110 millones de dólares, según anunciaron el presidente de Ancap Raúl Sendic y el director de ALUR Leonardo de León.
Las obras quedarán culminadas para fines de 2013, y estarán ubicadas en un predio pegado al Norte de la actual planta de combustibles. “En las próximas semanas” se resolvería la adjudicación de la construcción de la planta anunciada el año pasado, y que se viera demorada ante la similitud de algunas propuestas, dijo Sendic. De hecho, aún hay dos empresas que compiten, ambas españolas y con muy pocas diferencias entre sí.
En ambos casos la propuesta incluye el interés de asociarse a Ancap y ALUR en este emprendimiento, compartiendo la inversión y creando una empresa para la explotación de la planta. Sendic habló de 90 millones de dólares que serían financiados por la empresa que finalmente sea aceptada, y el saldo por ALUR, lo cual tendría además financiación bancaria que se empezaría a pagar en 2013.
Consultado sobre las características de la sociedad, el jerarca de Ancap dijo que tendría una distribución de 70 por ciento de las acciones para Ancap y un 30% por ciento para la empresa española, por lo que las decisiones y políticas empresariales tendrían una mayoría estatal, aunque se trabajará en conjunto. ALUR comprará la materia prima, se la entrega a esa nueva sociedad mixta que la industrializa en la planta que será propiedad de ALUR, y la sociedad vende a ALUR el etanol, el alimento animal y eventualmente la energía eléctrica producida (aunque tal vez de esto se encargue otra sociedad).
Sobre si era necesaria esa asociación y si Ancap podría haber encarado el negocio sola, Sendic dijo que sí era posible, pero que cualquiera de las dos empresas que aún están en carrera tienen mucha experiencia tanto en la fabricación como en la gestión de este tipo de plantas, lo que ayudará al desarrollo del negocio.
Etanol y raciones
La planta que está planificada producirá 70 millones de litros (70.000 metros cúbicos) de etanol por año, utilizando 200.000 toneladas de granos como sorgo dulce, maíz, cebada y trigo (aunque se especificó que se priorizará el sorgo granífero). Ese volumen, sumado a los 20 millones de litros que se producen en Bella Unión en base a caña de azúcar, significará el equivalente al 17% del consumo actual de naftas de Uruguay. Sendic se mostró seguro que considerando el aumento de consumo y con ese nivel productivo se podrá adicionar el 10% de etanol a las naftas como establece la ley.
De León dijo además que también hay que considerar “todo lo que puede haber con la producción de alcohol, como es la alcoquímica, algo que se desarrolla en otros países, hay mucho para hacer”.
También se producirán 50 millones de kilos de alimento animal, llamado DDGS. “Sumando la producción de las plantas de Bella Unión, Paysandú y la harina proteica subproducto del biodiesel generado en el Sur, habrá más de 100.000 toneladas de alimento animal, que es más de lo que el país importa”, por lo que habrá un excedente y se ahorrarán las divisas correspondientes.
Electricidad
La planta también generará energía eléctrica en base a biomasa forestal, tanto para su propio consumo como “alguna parte” para vender a UTE, dijo Sendic. Se trata de la producción de 8 megavatios/hora con una caldera de vapor y un turbogenerador, y el consumo de la planta será mayor que en Bella Unión, por lo que habló de “dos o tres MW/H para UTE”. Comentó que en la dependencia de ALUR en el Norte se generan también 8 MW/H y se venden a UTE entre 3 y 4 MW/H.
Sobre cómo conseguirán las 100.000 toneladas de biomasa forestal para alimentar esta planta, De León dijo a EL TELEGRAFO que se han hecho los contactos pertinentes para contar con ese volumen, agregando que también ALUR podrá plantar sus propios árboles para esta explotación, y hasta utilizar, de ser necesario, parte de la “vinaza” -los restos del grano luego de sacar el etanol y antes de hacer el alimento animal- como combustible para alimentar la caldera.