Nacionales | 03 Oct La oposición política considera que el Censo 2011 es un “fracaso” debido a su lentitud y a que la población miente en sus respuestas para no ser víctimas de más impuestos. El Instituto Nacional de Estadística (INE) reveló que el censo llevaba el 30% de la población encuestada. Por otra parte, los censistas han sido víctimas de robos, tanto personales como de sus equipos.
Según informó El País, quienes trabajan en el Censo se dan cuenta que sus entrevistados “les mienten en las respuestas”, fundamentalmente en aquellas que pueden ser utilizadas para evaluar niveles de vida y por ende ayudar a que les pongan más impuestos. La oposición reaccionó con dureza y convocó al Parlamento a los responsables de llevar adelante el Censo, para conocer las respuestas sobre la lentitud existente. La oposición quiere saber por qué en un edificio de diez pisos se censó en algunos casos a tres apartamentos, o en una cuadra se saltearon casas.
El diputado nacionalista Pablo Abdala expresó a radio El Espectador su “sorpresa y preocupación” por la marcha del Censo, y considera que ya “fracasó”. Recordó que en las instancias anteriores se realizaba en un solo día, donde la población permanecía en sus hogares a la espera de la llegada del encuestador, en tanto se remitió a las pruebas de que una tercera parte, con suerte, está censada al día de hoy, cuando se cumple un mes y un día del comienzo.
Sostuvo que la sorpresa viene por el lado de los abultados recursos que el gobierno pidió para la realización de este censo. Agregó que lo más grave es que la población no diga la verdad en sus respuestas porque vive con un doble temor, por un lado la inseguridad del aumento de los índices de la criminalidad y delitos que agreden la propiedad, y por otro, “una política de invasión de la intimidad”. Según el legislador, esta invasión se da en “los pedidos del gobierno sobre giros con tarjetas de crédito, los gastos que pide la DGI a los colegios privados, las deudas con la banca privada; lo que hace una política hostil”.
Por su parte, el diputado colorado Juan Manuel Garino coincidió con que el temor de la población viene por lado de la “invasión” que está presente en cuanto al conocimiento de datos personales. “Decir que se necesita entrecruzar datos por el IRPF, el censado no va a declarar la verdad”, explicó. Para Garino, es “claro y obvio” que hay gente que va a “mentir” en esa dirección. Agregó que si bien las preguntas en el censo no tienen valor de una declaración jurada, los ciudadanos se están preguntando qué se va hacer con la información: “capaz que en un día, de forma anónima”.