Juegos Panamericanos

Deportes | 03 Oct El próximo 16 el pelotari sanducero Carlos Buzzo viajará a Guadalajara para afrontar sus terceros Juegos Panamericanos, en los que intentará alcanzar una medalla sabiendo que será seguramente su última inclusión en este tipo de competencias.
Buzzo, que tenía pensado alejarse de la actividad internacional después de muchísimos años como uno de los grandes referentes de la selección uruguaya de pelota, viajará a México con el objetivo de volver a colgarse una medalla panamericana como en 1991, cuando fue tercero en La Habana junto a Gustavo Hernández, en trinquete, especialidad en la que volverá a competir en esta ocasión, nuevamente en paleta con pelota de goma. En su última presentación en los Juegos, en 2003, en Santo Domingo, Buzzo y Hernández fueron cuartos, pero en frontón. Ahora, junto a Enzo Cazzola, un viejo conocido del sanducero, compañeros de mil batallas, Buzzo intentará volver al podio.
“La expectativa es esa, estar en la final, pero sabemos que no es fácil. Con Enzo nos reímos porque en 2006, cuando jugamos el Mundial en México, apareció un titular en diario que decía, después de ganarles a los dueños de casa, que éramos unos viejos lobos de mar. Así que ahora no sabemos qué calificativos nos van a poner”, comentó entre risas el sanducero. La dupla celeste enfrentará a Argentina, Chile, Venezuela y México dentro de una competencia en la que se enfrentarán todos contra todos y los dos de mejor puntaje clasificarán a la final. Y Argentina y México aparecen, en los papeles, como los rivales más complicados para los uruguayos. “Es así, pero para nosotros lo importante es tratar de ir a defender una medalla porque mucho dependerá de eso, como por ejemplo el apoyo que pueda darle luego el Comité Olímpico a la pelota”, explicó.
Buzzo llega bien, en condiciones de dar batalla, después de haber dejado por el camino una rebelde lesión. “La preparación fue buena, pero la verdad es que la lesión en el hombro me generó dudas en cuanto a seguir compitiendo o no. Finalmente, después de un par de consultas e infiltraciones se pudo superar, y hace un mes y medio atrás se definió que podía ser de la partida”, dijo.
Una tendinitis generada aparentemente por un golpe puso en duda la continudad de Buzzo en los trinquetes. Pero el sanducero volverá al ruedo y a lo grande, con el objetivo de volver de México con una medalla, sabiendo que puede ser ésta una de las últimas oportunidades que tenga de lucir esos eternos colores celestes.