Locales | 11 Oct A pocos kilómetros al norte de la ciudad de Paysandú, en la zona de Paso Emeterio, en el camino interno entre Lorenzo Geyres y Quebracho, se ha puesto en marcha un proyecto productivo de carácter revulsivo y pionero para nuestro medio, ante la superficie involucrada, como lo es la plantación de casi ochenta hectáreas de olivos para su explotación con vistas a la elaboración de aceite de oliva y en menor porcentaje para consumo como aceitunas de mesa, tanto para el mercado interno como para exportación.
La explotación se desarrolla en el establecimiento Santa Paula, propiedad de una familia sanducera con trayectoria comercial en la capital sanducera y que se ha radicado en el interior departamental, en este caso abordando una explotación que es aún muy incipiente en el país, sobre todo en el norte, que incluye no solo en principio los 30.000 olivos ya implantados, sino también la instalación en el futuro cercano de almazaras, es decir las plantas de prensado y extracción de aceite de calidad.
Sergio Eduardo Lafourcade indicó a El TELEGRAFO que su emprendimiento comprende unas 80 hectáreas en la zona de Paso Emeterio, donde los suelos son aptos para esta explotación, por contar con buen drenaje y adecuada permeabilidad, en tanto el régimen de lluvias incluso es mayor que el de la zona originaria de estas plantas, que provienen del Mediterráneo y concretamente de España, donde el volumen de lluvias suele ser prácticamente la mitad del que se da en Uruguay y por lo tanto no es necesaria la adopción de sistemas de riego. “Tenemos una plantación nueva de olivares, que estamos desarrollando en tres etapas, la primera de las cuales consiste en quince mil árboles, que implantamos en noviembre del año pasado”.
“En el otoño lo hicimos con otros quince mil árboles, y dentro de dos años apuntamos a inaugurar una almazara, es decir una planta elaboradora de aceite”, explicaron los integrantes de la empresa familiar.
Acotaron que esta planta de procesamiento demandará una inversión estimada en los 200.000 a 250.000 dólares, con equipamiento “en su mayoría importado de Italia o España”, en tanto al ser consultados sobre si tienen socios en el proyecto indicaron que “no, es de carácter familiar, participamos el matrimonio y los hijos, que son chicos pero acompañan, y lo hacen con mucho entusiasmo”.
“Para estos primeros quince mil ejemplares estamos utilizando un sistema semiintensivo para entre 70 y 80 hectáreas, buscando un aprovechamiento máximo de las superficies, por el valor que tiene hoy la hectárea”, manifestaron.