Paysandú, Martes 25 de Octubre de 2011
Locales | 24 Oct “El proyecto de creación de un Museo de la Música en Paysandú ha llegado a su fin”, anunció a EL TELEGRAFO el etnomusicólogo sanducero Carlos Blanco Fadol desde España.
Blanco Fadol, quien ha dedicado su vida a reunir instrumentos de música étnica y posee una colección única, valuada en unos 4 millones de euros, la cual se exhibe en dos museos que dirige en España, dijo sentirse “desilusionado” y “triste” aunque sin rencor y “dolido por la ignorancia”.
Según informa, demoró en responder al artículo publicado en nuestro medio el 13 de setiembre del año pasado, en el que la coordinadora de Museos, profesora María Julia Burgueño, definía al Museo Blanco Fadol como “un gran problema” porque la noticia lo sorprendió mientras estaba en una importante gira por Estados Unidos y México invitado por universidades y museos interesados en su obra; y, en segundo lugar, porque “estaba esperando y aún lo hago después de un año, una carta de la Intendencia de Paysandú que me informara del supuesto cambio de actitud con relación al Museo de la Música Étnica que iba a instalarse en la Casa del Espíritu de Paysandú, propuesta iniciada por la anterior Intendencia del Frente Amplio”.
“No he recibido ninguna notificación oficial, ni explicación alguna de tal cambio, una actitud insólita cuando existe en trámite un proyecto de esa envergadura, y donde la Unesco se ha involucrado económicamente. En caso de realizarse algún cambio de posturas en los proyectos iniciados con la anterior administración, es probable que la Intendencia tenga que afrontar las sanciones que podrían provenir de este organismo internacional (hecho que en todos los casos jamás desearía que sucediera), si se desviara el destino del dinero para el que fue concebido”, agrega.
Aclara que sí ha recibido “algunos correos de brevísimas líneas de la señora directora de Museos informándome de que pensaban trasladar el proyecto del Museo de la Música Étnica al cine Astor previo acondicionamiento, luego otra informándome de que el señor Eugenio Schneider estaba interesado en instalar de forma privada el Museo en Casa Blanca, donde me insinuaba que podía ser una buena oportunidad, y la última, instándome a que defina mi postura, dándome un ultimátum de un plazo de diez días de si quiero instalarlo en la Casa del Espíritu de Paysandú”.
“Lógicamente no contesté a ningún correo, no por descortesía sino porque no tenía argumentos alguno para ello, porque no recibí información de ningún cambio ni propuesta concreta alguna, que era lo que impacientemente llevo más de un año esperando, por lo tanto no quería hacer conjeturas de lo que pensaban hacer hasta recibir una explicación oficial de la Intendencia, explicación que nunca llegó.
Además no veía coherencia alguna en los cambios bruscos de criterio (cine Astor, Casa Blanca, otra vez a la Casa del Espíritu de Paysandú).
“Con relación al ultimátum de 10 días, señora directora de Museos, le recuerdo que hace más de 25 años que vengo ofreciendo mi obra a Paysandú, ¡ah! he dicho ‘ofreciendo’, ‘donando’, ‘regalando’ o como quiera llamarlo, ya que me he enterado recientemente que circulaba la noticia que mi intención era vender mi obra a Paysandú. Por lo tanto no me amenace con la mezquindad de 10 días, cuando hay detrás una vida entera luchando por darle a Paysandú una parte representativa de mi obra”, añadió.
El reconocido etnomusicólogo agrega: “francamente no estoy acostumbrado a esa falta de ética y de respeto, hecho que se acentúa y duele cuando proviene de mi querida tierra. Sin embargo estoy más que convencido que tanto la directora de Museos como el nuevo intendente no han tenido malas intenciones para con mi obra y mi persona, pero sí un desconocimiento total del proyecto que fue concebido para que el museo abarque todas las instalaciones de la Casa del Espíritu de Paysandú, como puede verse en los proyectos y planos arquitectónicos de la Intendencia, que se realizarían en diferentes fases, comenzando por el ala izquierda de la casona, o sea que no existiría “un museo dentro de otro” como equivocadamente manifestaba la directora”.
En este sentido, añade que el proyecto contemplaba el traslado de los objetos del Museo Histórico Municipal a un sitio más adecuado “mediante las subvenciones que teníamos dispuestas de organizaciones europeas y fundaciones americanas”.
Blanco Fadol manifestó que “si hubiera recibido del Uruguay el apoyo y reconocimiento que me han brindado otros países no sentiría esta sensación de vacío, solo por querer servir a mi pueblo, por esa ingenua y ahora ridícula intención de que me quieran y aportar a la cultura de mi país”.
En este sentido, finaliza su carta --que por su extensión no se incluye en la edición de hoy y será publicada en los próximos días-- diciendo que le ha costado “muchos años de desvelo, miles de euros, continuos viajes a la Unesco en París para conseguir subvenciones, para dejar mi obra a mi pueblo, pero especialmente la cantidad de tiempo que le he dedicado infructuosamente a este proyecto, dejando al margen mis actividades cotidianas en España”.
“Por eso ya no acepto propuestas de políticos (uno nunca sabe lo que hará el político que viene, no tengo garantías) y Paysandú quedará libre de mis pretensiones utópicas de regalarle mi obra”, puntualizó.
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