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Paysandú, Miércoles 26 de Octubre de 2011

Jinete falleció al desbocarse el caballo y ser embestido por un ómnibus en Ruta 3

Policiales | 21 Oct Un hombre de 34 años perdió la vida al protagonizar un accidente en el kilómetro 370,800 de la Ruta 3, a escasos metros del cruce con avenida Wilson Ferreira Aldunate, al desbocarse el caballo que montaba. El accidente tuvo como saldo el deceso del jinete, del caballo y dejó con lesiones leves a tres pasajeros de un ómnibus de la empresa Alonso que se dirigía a Quebracho y contra el cual se estrelló.
Presente en el lugar, EL TELEGRAFO pudo saber que pasadas las 19 un llamado telefónico realizado por las empleadas de una parrillada de la zona alertó a la Policía sobre el siniestro. Paralelamente, la Policía recibió varios llamados de emergencia de pasajeros del coche. De inmediato arribaron efectivos de la Seccional Tercera y junto a su encargado, el comisario José Yelos, constataron que Juan José Boutron Hermoso --tendido en el pavimento junto a la parte trasera del ómnibus-- ya no presentaba signos vitales. Minutos después se hizo presente una unidad de Emergencia Móvil, cuyo personal médico certificó el deceso.
La Policía y sus pares de Caminera cortaron el tránsito en ambas vías de la ruta, desviando a los vehículos por avenida Ferreira Aldunate al Oeste.
El ómnibus Volvo matrícula STU 0994, perteneciente a la empresa Alonso, era conducido por Nelson Daniel Pestaña, de 38 años, quien se desplazaba por Ruta 3 al norte. Viajaba como guarda Ruben Darío Texeira, de 41, y trasladaban veintiséis pasajeros, algunos de los cuales descenderían en diferentes tramos del trayecto Paysandú-Villa Quebracho.
En diálogo con EL TELEGRAFO, el chofer de la unidad expresó que el jinete estaba aguardando para cruzar la ruta, en una calle de tosca a unos cincuenta metros al sur de la avenida, del lado este de la faja pavimentada. Aparentemente el caballo se le desbocó, lo que ocasionó que invadiera la senda del ómnibus y en lugar de replegarse, pese a las maniobras del jinete, el animal “acompañó” la marcha del ómnibus. Pestaña intentó evitar el choque invadiendo la senda contraria, pero en determinado momento el equino se le atravesó y golpeó en la parte frontal derecha de la unidad.
Algunos pasajeros, si bien no vieron el choque, sintieron el impacto y el sonido de los frenos. Pasadas las 20.30, un grupo de ellos aguardaba que otro vehícu-lo los recogiera y trasladara a sus respectivos destinos, ya que momentos antes se había cumplido el traslado de gran parte de los ocupantes. Solo tres de los viajantes resultaron lesionados: un pasajero sufrió traumatismo en una pierna, el guarda resultó con traumatismos leves y el conductor tenía una molestia en un ojo, posiblemente provocada por una astilla del parabrisas delantero.
La huella transversal de la frenada del ómnibus marcaba una traslación de aproximadamente veinte metros hasta donde se hallaba el cuerpo sin vida del jinete. A escasa distancia estaba el vehículo, con el motor orientado hacia el norte, y unos metros más adelante --en medio de la faja-- el caballo tordillo muerto.
DOLOR, IMPOTENCIA Y RECRIMINACIONES
En tanto, más de una decena de familiares del occiso se congregaron en los alrededores (son habitantes de la zona), quienes con extrema congoja no lograban entender cómo se habían suscitado los hechos. Entre ellos se encontraban el padre y hermanos de la víctima, el dueño del caballo y otro hombre que hacía poco tiempo había vendido el animal. El fallecido era asiduo a la actividad turfística del departamento tanto del Hipódromo de San Félix como de “pencas” celebradas en el interior, al igual que gran parte de su familia. En medio de la impotencia, se originó una discusión verbal entre el antiguo dueño del equino y los familiares del fallecido, los que lo culpaban por haber vendido un animal con “mañas”, ya que no sería la primera vez que se desbocaba. El joven que era objeto de críticas intentaba aclararles que no era el culpable de la tragedia, pero la discusión fue subiendo de tono y comenzaron a perseguirlo, en tanto le lanzaban puñetazos y lo agredían con una fusta. Ante este desorden, intervino la Policía y ordenaron al agredido que se retirara del lugar.
ACTUACIONES EN EL
LUGAR DEL ACCIDENTE
Tras el arribo de la jueza subrogante de Segundo Turno, Karen Ramos, fue interrogado el dueño del animal, quien habría sido testigo del accidente. Éste, con voz entrecortada, intentó reconstruir los momentos previos al fatal desenlace. Según trascendió, se encontraba en Ruta 3 y Éxodo, de donde el infortunado Boutron habría salido a varear el caballo. Agregó que el jinete “venía despacio”, incluso habría detenido la marcha unos metros antes del lugar del choque.
Además de personal de la Seccional Tercera, estuvieron en la escena del siniestro el director de Coordinación Ejecutiva, comisario inspector Humberto Cardozo; el director de Seguridad, comisario inspector Néstor López; el encargado del destacamento de Caminera, sargento primero Richar Díaz; un forense y personal del Departamento de Policía Técnica.
Cuando el equipo de EL TELEGRAFO se retiraba del lugar, poco antes de las 21, decenas de autos, camionetas y motos se acercaban y algunos “curiosos” improvisaron una especie de estacionamiento y se conglomeraban a observar.


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