Opinion | 23 Oct Hoy celebramos el Día del Periodista en nuestro país. Igual que en la actividad cotidiana hoy sentimos el orgullo de ejercer una profesión que amamos, respetamos y tratamos de enaltecer permanentemente. Pero hoy sentimos la emoción de recordar el motivo por el cual esta fecha fue elegida para celebrar la jornada de reconocimiento a los periodistas uruguayos.
Fue en 1815 que se imprimió el Periódico Oriental (que en realidad se llamaba Prospecto Oriental) y estaba a cargo de Mateo Vidal. El General Artigas leyó la publicación, e hizo saber de su interés en escribir en las futuras ediciones, apoyando así la continuidad de la publicación.
El 23 de octubre de 1815, el General José Artigas envió un oficio al Cabildo de Montevideo apoyando la publicación de Mateo Vidal --el Prospecto Oriental-- calificándola como una “herramienta fundamental”, exhortando a los cabildantes a promover la libertad de prensa en territorio oriental.
Ese acto de apoyo del nacimiento de la Prensa Oriental y el exhorto al Cabildo de Montevideo para que garantice la libertad de expresión como herramienta de igualdad y justicia social, motivaron a los legisladores del Uruguay para que, el 23 de octubre de 1990, fuera designado como el Día del Periodista en el Uruguay, lo que fue establecido por la Ley 16.154, fechada ese día y promulgada por el Poder Ejecutivo, siendo publicada en el Diario Oficial Nº 23.239 del 3 de diciembre de 1990. Este momento es, en consecuencia, especialmente oportuno para evocar a quienes a lo largo de los tiempos nos han precedido en la tarea de informar a los sanduceros, en el deber de defender los intereses de la región, en la obligación de luchar por los derechos de todos nuestros lectores, oyentes, televidentes o cibernautas.
Se ha dicho que un periodista no debe tener sentimientos en aras de la objetividad, pero seamos bien claros al sostener, sin ninguna duda, que quienes ejercen esta profesión son seres humanos como todos y por consiguiente tienen las mismas emociones, los mismos sentimientos y las mismas necesidades. Y por eso es entonces que nos produce un sentimiento muy especial el saber que la primera publicación periodística fechada en Paysandú se llamó El Oriental en Campaña. Interpretamos pues, sin dudas, que al nombrar el periódico, el editor quiso significar que se trataba de una continuación del Periódico Oriental y el “en Campaña” que se publicaba en el Interior o, lo que parece más probable, que se expresara que participaba de una campaña militar. Su lema era muy claro: “Salvar la Patria, o morir por ella”.
Comienza así la historia del periodismo en Paysandú y de inmediato se nutre de la obra de hombres, y poco después también de mujeres, brillantes en su técnica, valientes en su opinión, decididos en su empuje, eficientes en su tarea informativa y así surgen nombres como Máximo Bascans, Hilario E. Astrada, Juan B. Speroni, Luciano Armero, Juan Ottino, Washington Bermúdez Acevedo, Matilde Crispina Romero, Estalisnao Pérez Nieto, José I. Martins, Ettore Cauli, Rafael Y. Arlas, Fernando Uriarte, Servando H. Mendoza, Setembrino Pereda, Antolín R. Lassus, Daniel Millot, Clodomiro Arteaga, Mariano Pereira Núñez, Venancio Nicolini, José Fernández, Alfredo L. Mendoza, Antonio R. Ciapuscio, Amabilio Martínez, Bruno Goyeneche, Manuel S. Galán, Justo P. Córdoba, Raymundo Peñafort, Rufino Benitez, Eugenio Bergara, José Miranda, Miguel Saralegui, Baldomero Vidal, Angel Carotini, Manuel Benavente, Miguel A. Baccaro, Fernando J. Baccaro, Fernando M. Baccaro. Así también encontramos a cronistas como Orlando Rivero y Hermógenes Masanti que, en plena lucha, cambiaban algunos minutos el sable y el fusil por la pluma y registraron para siempre la vida y la muerte de los héroes que defendieron nuestra ciudad durante los 33 días del Sitio de Paysandú. Y no olvidemos a los periodistas sanduceros cuyos nombres no se conocen en la mayoría de los casos, que informaron bajo fuego de sucesos como la “Revolución del Quebracho”, los combates de 1904, y tantos otros momentos de la historia nacional.
Y aparecieron las radios, para acompañar a los periódicos en su tarea de informar y entretener a todas las familias. Y aparecieron los periodistas que informaron y opinaron “micrófono en mano” como Juan José de Soiza Relly, Nebio Caporale, Oriol Peroni, Ariel Peralta, Raúl Quintana Solari, Raúl Francolino, Walter Miranda, Luis Raúl Cabillón y tantos otros. Se sumó luego la televisión, que nos trajo la información “en vivo” con periodistas que con otra técnica cumplen la misma función de informar, comunicar y velar por los intereses de la comunidad sanducera.
Está claro que los nombres que hemos mencionado son sólo algunos de los que deberíamos haber registrado, no es nuestra intención realizar una nómina completa y detallada de los cientos y cientos de periodistas sanduceros que a lo largo del tiempo han cumplido esta honorable y gratificante tarea. No es nuestra intención manifestarnos sobre quienes actualmente ejercen nuestra profesión, ya que serán nuestros coterráneos, nuestros hijos, nuestros nietos, quienes deberán juzgar si hemos cumplido con los objetivos de la tarea periodística en la vida de una sociedad, pero sí debemos plantearnos una inquietud que, hemos constatado, está latente en muchos ciudadanos.
Por eso, conscientes de que existe una placa que homenajea al “Periodista Sanducero”, debemos preguntarnos: ¿No corresponde que en Paysandú haya una avenida o una plaza que sea “de los Periodistas”? ¿No debería haber una columna que elevara el homenaje de todos los sanduceros a aquellos periodistas que ya no están y que tanto hicieron por Paysandú? ¿No debería haber un museo que muestre el largo y dificultoso camino recorrido por quienes han dado y dan vida a los medios de comunicación de Paysandú?