Paysandú, Viernes 28 de Octubre de 2011
Locales | 23 Oct La izquierda, ¿unida?
Se han sucedido en los últimos tiempos una serie de hechos que son consecuencia del mayor peso de los radicales y de la apetencia de poder de los distintos grupos del Frente Amplio (FA). En el último plenario del FA, Vázquez pontificó, con su estilo, algunas ideas para decidir si lanza su candidatura a las próximas elecciones.
Dice: “La derecha busca mimetizase con los postulados de la izquierda”. ¿Será así? O será que estos gobiernos de izquierda en algún aspecto moderada por suerte, han mantenido rumbos anteriores a los que se opone el “ala ultra” cada vez más intransigente y cuestionadora dentro de su coalición electoral.
También pregunta, citando a Karl Marx y por tanto, reivindicando la esencia marxista del FA: “¿Quién es el que realmente realiza los cambios?” ¿Qué cambios? Hasta ahora, los impositivos y algunos más, salvo los que son consecuencia de la situación extrema por altos precios de nuestras exportaciones, bajas tasas de interés e importantes flujos de capitales. Sus pregonadas profundas reformas, aun contando con amplias mayorías o han quedado en meros enunciados o no han dado resultado por su ineptitud. Continuamente la pasan justificando los fracasos en las implementaciones de distintos planes.
La nueva realidad sindical emanada del congreso del PIT-CNT, que no pudo conformar la “histórica lista única”, hace que esta organización no solo muestre diferencias importantes, se vuelque cada vez más a la ultra izquierda, incluso con importante avance “del partido” de los corporativistas e inamovibles funcionarios públicos.
¿Será consciente la masa de votantes del FA, gran parte legítima aspirante o integrante de la “pequeña burguesía” mal que les pese, del riesgo que corre?
La prédica marxista es la lucha de clases, la dictadura del proletariado, el encarcelamiento o exterminio de los que piensan distinto (o los derechos humanos ahí no son invocados), el partido único, no permitir la propiedad privada, con la consecuencia de la caída de la producción por la gestión de los medios productivos centralizada y la propiedad pública de los medios de producción, el desabastecimiento de alimentos, el atraso tecnológico general, la vivienda con metrajes mínimos y superpoblada, la inmovilidad social y económica de la población, el pauperizador asistencialismo e igualitarismo y la indigencia con su consecuente subyugamiento, las prebendas, el enriquecimiento y la corrupción de los miembros del partido.
¿Qué piensan de esto los obreros de muchas actividades que enfrentaran dificultades, manejados según las necesidades políticas y los intereses de sus representantes en el PIT-CNT?
Parece, “solo parece”, que el “proletario Dr. Vázquez” cayó en desgracia por sus recientes apreciaciones sobre el conflicto con Argentina a raíz de Botnia. No solo declaró, sino que después ratificó, en su aparente renuncia a actuar políticamente, la solicitud de ayuda política a EE.UU. No se trataba de trasnochadas ayudas militares. Vázquez con el apoyo de los demás partidos y el posterior fallo de La Haya, defendió mejor nuestra soberanía respecto al tratamiento provincial que nos pretende imponer Argentina, de lo que el actual presidente lo ha hecho.
Peligra nuestra economía e identidad, ante la obsecuencia frente al eje Brasil-Argentina, únicos lugares con los que mientras quieran, mantendremos competencia comercial.
¿Hasta cuándo agacharán la cabeza por la afinidad ideológica y vivirán de las dádivas ciclotímicas de sus presidentas en este “Bragensur”? Será que abdican de negociar dignamente con el resto del mundo y el imperio con “olor a azufre”, pero no les importa depender del imperio brasilero. Los partidos tradicionales deben diferenciarse claramente por la calidad de sus propuestas modernas, innovadoras y en competencia y el mantenimiento de sus valores.
Valores como la independencia, la libertad, la familia, la propiedad, el trabajo, la justicia, la seguridad, la perseverancia, el sacrificio por el bien individual y común, la honradez, la posibilidad de premiar la capacidad y la diferencia según su dedicación y aptitudes y sobre todo la capacidad de discernir individual e independientemente. Estos valores deben ser preservados, aunque en este momento no tengan rédito electoral, mientras dure esta inédita bonanza económica.
Tal vez nos salvemos de los desequilibrios causados por el capitalismo exacerbado de algunos sectores de EE.UU. y por el también capitalista (aunque no guste a la socialdemocracia) estado de bienestar europeo, jaqueado por las asimetrías de sus miembros, productivas, estructurales, culturales y de cumplimiento con compromiso sfiscales comunes.
En la inteligente y perfectible síntesis de estas dos formas de capitalismo está el futuro de la humanidad, no en el marxismo, con su dictadura del proletariado, su lucha de clases y teorías del siglo XIX.
Si los líderes de los partidos tradicionales no se unen, habrá que unirse en la base. Solo la “unión de los votantes de a pie”, dentro de nuestro ordenamiento electoral, hará retomar al triunfo a alguno de los partidos tradicionales.
Ya se probó en Salto y en San José, ciudadanos espontáneamente unidos en las elecciones nacionales y departamentales detrás de un candidato. Habrá que abandonar momentáneamente en esas instancias, las históricas y legítimamente veneradas divisas.
Para poder aspirar al voto de la ciudadanía, nada de “tentadores” acercamientos a los postulados de esta izquierda cada vez más ortodoxa y desgastada, nada de medias tintas electoralistas y populistas.
La izquierda deglutirá como siempre en su provecho, a los ingenuos moderados que se le acerquen como ha hecho siempre, “sobona pero con garras afiliadas”, corrupta, atornillada al poder, porque solo el poder podrá imponer al resto de nuestra ciudadanía sus postulados antidemorcráticos, contrarios al desarrollo general e individual. A la corta o a la larga primará la sensatez y el péndulo volverá a nuestro lado. CI 2.837.857-0
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En El Eucalipto “pedimos que nos dejen trabajar”
En El Eucalipto somos pocos. Nos conocemos todos los vecinos. Una comunidad pequeña, de gente trabajadora, de personas a las que nos gusta el campo, mirar a lo lejos, sentir la brisa en el rostro tanto como la caricia del sol. En El Eucalipto, sobre la Ruta 26, estamos tratando de construir una sociedad que nos haga felices a todos. En general, estamos adonde se nos necesite. Apoyando la capilla, a Mevir, al fútbol. Somos pocos, nos vemos todos los días, así que debemos ayudarnos.
Por eso quizás hay actitudes que no entendemos, que nos duelen, especialmente después de tanto tiempo ayudando donde era posible y necesario. Integramos la Comisión de Apoyo de El Eucalipto, pero cuando se formó una nueva comisión de Mevir, este año, esa comisión no fue tomada en cuenta ni renovada.
No queremos otra cosa que seguir colaborando con la comunidad. Hay un Presupuesto Participativo en marcha para recuperar los baños del salón de Mevir, los vestuarios y baños de la cancha de fútbol, terminar la capilla. En fin, hay necesidades insatisfechas que queremos ayudar a solucionar.
Nos duele ser dejados de lado en una comunidad tan pequeña. Nos duele que cuando, como comisión de apoyo, queremos organizar un baile, se nos quiera cobrar mucho dinero por el alquiler del salón de Mevir. No podemos pagar los 5.000 pesos que se nos pide. Y no puede ser que cuando organizamos un baile se nos esconda el mobiliario que debe estar a disposición de todos, como ha pasado.
No es bueno sentirse excluido en ninguna parte, pero especialmente en una comunidad pequeña. Y esa exclusión es de arriba hacia abajo, comenzando por la coordinadora de la Junta Local, Adriana Martínez. Todos debemos unirnos para apoyarnos, para mejorar nuestro lugar, el querido El Eucalipto. Nos sentimos discriminados y eso nos duele. Estamos dispuestos a trabajar, solo pedimos posibilidades para hacerlo. Raúl Castro
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De las adversidades, ¡Un Museo!
Hubo infinidad de objetos -“con grandes sacrificios, pero con gusto”- que impedí salieran de Paysandú, como sucedió con miles y miles de nuestro país que están en el extranjero.
Bien, se habla de ayuda a los museos privados… pero, ¿qué ayuda se puede dar cuando los propios museos municipales tienen necesidades estructurales?, ¿o no? Fíjese que los museos -“museos”- del mundo exhiben pocas cosas en amplios lugares bien iluminados -con lámparas adecuadas- y hasta tienen asientos para los cansados visitantes, por decir sólo algo. Yo sé lo que fundé, pero para que el edificio sea lo que deseo, no es suficiente ser rico: debería ser millonario. Empero, -como sumo idealista- privándome (¡con gusto!) de un auto, moto, viajes, comidas deseadas y ropas, casi nada “en eso” (¡pero con gusto!), todo marcha.
Cuando Cultura Municipal me lo solicitó, dicho museo nunca negó abrirse en días y horarios acordados, y los gastos (pero siempre “con gusto”) fue de lo poco y lo privado como siempre. ¿Qué puede entonces preocupar a los gobiernos lo privado, lo que generoso se da a la comunidad, y en forma gratuita? Un museo privado que abre al público, puede -y debe- ser inspeccionado por la autoridad municipal, pero no debe estar obligado a afiliarse a nada.
Si la burocracia -cuya capacidad de ayuda será “magra” ¿y duradera?- no quiere, “con su rosario de condiciones”, que el museo que yo fundé siga como hasta ahora -que siempre abre sus puertas a las personas deseosas de instruirse-, entonces cierra exteriormente; queda sin lo que acusa su condición de museo… pero adentro seguirá latente y siempre mejorando para los que llegan -en forma discreta- en pos del caro y sugestivo pasado de nuestra Patria. Hasta que todo “se normalice”. Todos: pueblo, escolares -miles- y estudiantes que han pasado por dicho museo “salen sabiendo”, porque el lugar ¡es un museo, y su director sabe explicar!
Y en tanto, y siempre sacrificios -tremendos, pero con gusto- y en bien de todos, si es que los gobernantes “de turno” en mi lucha cultural -a mi modo- por lo más elevado culturalmente, no ponen nefasta hegemonía, continuaré al servicio de los sedientos- ¡oh, sed maravillosa!- de conocer; de conocer y admirar, en esos momentos en que llevan tanto y tanto para sus espíritus, mientras ¡viven! El pasado en presente.. Bien, dije cosas que hubiera deseado callar, no decir, pero fue menester hacerlo, ya que a veces se toman medidas desafortunadas -a modo de ensayo- que en tal y tal país es así y marcha. ¿Es así, tan así?… ¡no! Mario Lezcano Bottaro
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Ahora sí, manos a la obra al camino de San Pío
Con enorme alegría, pero un poco descreído y con las dudas de siempre, leo en el gran diario del norte, que las intendencias de Paysandú y Salto firmaron un convenio, para en forma conjunta trabajar por el turismo, caminos vecinales, etcétera. Les pido por favor, a los intendentes de Paysandú y Salto, que de una buena vez se arregle el camino a la gruta de San Pío.
Sepan ustedes señores intendentes, que las Termas de Arapey, Daymán, Guaviyú y Almirón, no son solo los atractivos turísticos que tenemos, lo es también y mucho la gruta de San Pío, camino que no sé por qué intereses creados, todavía no se arregló y que espero que este convenio sea el definitivo paso para reparar los tres kilómetros que van de la Ruta 3 a la gruta. Mirando fríamente, quien saca los mejores beneficios por la ubicación de la gruta, son las Termas de Daymán y la Intendencia de Salto, por lo que quien tiene la mayor responsabilidad de arreglar dicho tramo es dicha Intendencia, a pesar de que la gruta esté en territorio sanducero. Sé perfectamente que a la Intendencia de Paysandú no le interesa reparar dicho camino y no lo va hacer, pues la gruta está a 125 kilómetros de nuestra ciudad y no le deja ninguna ganancia, pero está a solo cinco kilómetros de las termas del Daymán, lugar donde todos los turistas gastan pesos argentinos, dólares, etcétera.
Espero y deseo que entren en razón, se pongan de acuerdo y lo hagan de una buena vez; para recibir primero hay que dar. Viejo jubilado y gruñón
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Soy un familiar muy allegado a Wilson Binnewies, que el 19 de noviembre de 1997 perdió la vida trabajando en la empresa Hormipay de Ruta 3, aquí en Paysandú.
Todavía no tenemos respuestas, para mí es una vergüenza por parte de la justicia que tanto hablan y los asesinos o asesino siguen sueltos.
Él era un muchacho agradable, amigo, siempre ayudando y acompañándonos a todos, muy trabajador, con tan solo 20 años de vida.
Y nos animamos a decir que los tiempos que vivimos hoy, donde con tanta tecnología incorporada no podremos tener la satisfacción de esclarecer este horrible homicidio. Por más cruel que sea la verdad. Como cristianos pedimos que su alma descanse en paz. Pero también pedimos justicia. Un familiar
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